Title | : | Into the Universe of Technical Images |
Author | : | |
Rating | : | |
ISBN | : | 0816670218 |
ISBN-10 | : | 9780816670215 |
Language | : | English |
Format Type | : | Paperback |
Number of Pages | : | 224 |
Publication | : | First published January 1, 1985 |
Flusser charts how communication evolved from direct interaction with the world to mediation through various technologies. The invention of writing marked one significant shift; the invention of photography marked another, heralding the current age of the technical image. The automation of the processing of technical images carries both promise and threat: the promise of freeing humans to play and invent and the threat for networks of automation to proceed independently of humans.
Into the Universe of Technical Images Reviews
-
Věděl.. :)
-
Stimulating and engaging, yet sometimes deranged.
-
re-reading some parts of this for my thesis and remembering how unhinged, yet how disturbingly accurate this holy grail of new media studies is
-
Reading Flusser feels so contemporary. It's like he knew, back in 1985, that Facebook and Instagram would have to be invented. It was just a matter of time. Flusser describes the society of 2014 better than we are able to do. And he died in 1991. Amazing!
-
For all its utopian fantasies (which do seem a bit funny at points), this is a forgotten classic. Flusser was really ahead of the curve when it comes to doing an analysis of a digitalized society before such society actually came about fully. One could even say he gives an account of such society in the spirit of what has been dubbed "imaginal politics" in some circles. A short but very interesting and highly relevant read for today.
-
Este ensayo tiene 20 postulados que refieren a 20 problemas actuales, de lo mucho que padecemos Vilém aborda la imagen, la técnica, el ocio, el poder y la dura labor de la celebración como respuesta a los problemas del futuro.
-
Flusser describes a universe we are becoming more and more alike every day. A world of images, the death to the author, a cybernetic future where we a freed up from work to join together and create.
-
Las imágenes técnicas (esto es, aquellas producidas por un aparato) parecieran ser iguales a aquellas realizadas por los pintores que alguna vez contemplaron la realidad. Anteriormente, mirábamos el mundo pensando en planos, dimensiones, puntos de fuga, etcétera. Las imágenes técnicas pulverizaron todo eso. No es siquiera el fotógrafo el que mira, sino la máquina. Y si el fotógrafo logra una bella imagen es porque conoce su aparato y ha luchado contra él. Así que una fotografía es un documento en donde se resuelve la pugna entre el artista y la máquina. Y este planteamiento es sólo el principio de un largo discurrir del autor sobre las imágenes, con resultados siempre sorpresivos. Las imágenes técnicas, decía, no se construyen sobre planos; se crean con puntos rodeados de nada. Si uno se acerca lo suficiente perderá la noción de imagen para enfrentarse sólo a puntos rodeados de vacío. La tecnología ha logrado incluso pulverizar la conciencia humana y convertirla en puntos, tierra hecha de bits. De ahí que, desde esta perspectiva, ya no sea útil pensar en términos de verdad y de mentira, pues las imágenes técnicas le agregan al mundo algo que no necesariamente existía en él. Las imágenes técnicas ni siquiera sirven para asomarse al universo, no son una ventana pues detrás de ellas no hay nada. Siempre la nada, ni siquiera una verdad. Podemos pensar que algunas son útiles para un discurso, y otras sólo están de más, son redundantes, una especie de “ruido” visual. Si algo me asombra del libro de Vilém Flusser (1920-1991), el filósofo checo de lengua portuguesa, es que fue escrito en 1985, cuando las potencialidades de este tipo de imágenes no eran comparables a las que se tienen hoy. Porque, ¿qué puede hacer la verdad si tiene en contra las herramientas más sofisticadas de la tecnología? La verdad es algo que se ha quedado allá arriba, atrapado entre las ramas de la realidad, su disfraz se ha rasgado por culpa del ramaje y ha mostrado lo que lleva debajo, su verdadero rostro: el deseo de dominar. Con que por eso se la pelean. Pero las imágenes técnicas tienen su propio mundo, nada de llorar por el que perdimos; ellas traen su propia construcción de valores, los cuales debiéramos conocer para criticar. Por ejemplo, las imágenes concitarán sus propias comunidades, así estén sus miembros alejados unos de otros con medio mundo de por medio. Repito que estas ideas se plantearon antes, mucho antes, de que existiera la idea de una red social o de comunidades mundiales. Cada imagen nueva se explica teniendo como fondo una tradición, un orbe mítico. Si bien están hechas de puntos, cada una de las imágenes técnicas es asimismo un punto, vértice en que se encuentran dos nadas: la nada exterior y la nada interior; siendo la creatividad nuestra respuesta ante el abismo. Esta red hecha no de nudos sino de puntos independientes cubre aquella infinitud del no-ser. Sobre él hemos creado una realidad, un universo de posibilidades de creación al que le podemos llamar libertad. Dado que el autor murió hace décadas, su mirada de nuestra realidad, la actual, es especulativa y foránea. Nos mira desinteresadamente, y dice cosas que resuenan en muchos sentidos. Dice que el futuro (nosotros) será una sociedad interesada no en la teoría sino en las estrategias. Alabará la superficialidad y no la profundidad. Su instrumento no será la pala, sino el telar. El telar de Penélope que se desteje cada noche, me imagino. Esto que fue escrito con vértigo, fue leído por mí con vértigo, y espero que, por muchos otros, con vértigo creador. EP
Vilém Flusser. El universo de las imágenes técnicas. Elogio de la superficialiad / O Universo das Imagens Técnicas (1985), tr. Julia Tomasini, intr. y notas, Claudia Kozak, 1ª ed. 1ª reimp. Buenos Aires, Caja Negra, 2017. (Col. Futuros Próximos, 5). -
Not even sure where to begin. Except to say there are not enough stars in the sky for this book. I literally could not get through a chapter (sometimes even a page or two) without flying out of my chair and exclaiming "holy shit" at some new gesticulation of the mind.