Title | : | La presa |
Author | : | |
Rating | : | |
ISBN | : | 8433906674 |
ISBN-10 | : | 9788433906670 |
Language | : | Spanish; Castilian |
Format Type | : | Paperback |
Number of Pages | : | 120 |
Publication | : | First published January 1, 1957 |
Awards | : | Akutagawa Prize 芥川龍之介賞 (1958) |
La presa Reviews
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Excelente novela corta. Creo que Oe se está transformando en unos de mis escritores favoritos, aunque solo he leído tres de sus libros. Su forma de narrar me parece maravillosa. Y sus argumentos son como esos hachazos en el hielo de los que hablaba Kafka.
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La presa es una novela muy breve pero que es capaz de crear en muy pocas páginas una ambientación suspendida en el tiempo muy sugerente y llena de simbolismo. Nos encontramos ante un pueblo de Japón aislado en un valle durante la II Guerra Mundial en el que un día un avión se estrella dejando como único superviviente a un soldado afroamericano que es hecho prisionero en el pueblo a la espera de que una autoridad dicte a los habitante qué hacer con él.
Bajo esta premisa Kenzaburo Oe construye unos personajes y una sociedad oníricos. La presa nos habla de la deshumanización del otro, del extraño, nos habla de los efectos sociales y físicos de la guerra, contrapone la inocencia de un mundo que se está perdiendo (y que paradójicamente los niños son los últimos garantes) con el embrutecimiento del siglo XX. Todo esto aderezado con la marca propia de Oe en la que se mezcla lo grotesco con los bucólico, lo costumbrista con lo repugnante y la pureza con la deformidad (física o moral). Un libro que merece la pena leerse y que arroja luz sobre la naturaleza humana. -
Uf, de las cosas más chocantes que he leído nunca, y eso que he leído bastante. Un avión extranjero de guerra cae sobre un pueblo, y el único sobreviviente es apresado y "cebado", como un animal, por los habitantes, mientras esperan a que el gobierno diga qué deben hacer con él. La tarea se relega a los niños, que entonces convierten al prisionero en una especie de "mascota", mientras pasa y pasa el tiempo, porque el gobierno definitivamente no lo tiene como prioridad.
Es tan.. uf... tan chocante e interesante... el modo en que los niños temen y admiran a "la presa", como si fuera una majestuosa bestia, cuando ellos mismos (y, en especial, sus adultos) son los que lo someten a un tratamiento de lo más inhumano... la manera en que el autor no sigue un guión de lo que debiera escribir, sino que simplemente va narrando algo que podría perfectamente ser real, sin expectativas, sin lecciones obvias (más allá de las que cada persona saque), sin emitir juicio alguno.
En fin, que es MUY FUERTE. Y HORROROSO y GENIAL. El enfoque, a través de la experiencia de uno de los niños... tan original, y los detalles circundantes de la sencilla vida del pueblo... tan bien narrados, tan llenos de pureza dentro de su primitiva inocencia, y esto no por ser el pueblo poco evolucionado, sino que por ser el ser humano mismo poco evolucionado, a veces.
No en vano el autor es un Nobel. Se nota la calidad, en cada trazo. Hay fragmentos muy grotescos, que en su pluma llegaron incluso a tener belleza. Hay, también, mucha sensualidad, aun siendo una situación que debiera ser cualquier cosa menos sensual, y es que los animales (humanos y no humanos) estamos hechos de elementos vivos.
Además, creo que fue una buena idea que el prisionero sea un hombre de raza negra, porque no hay razas de la "supremacía" involucradas que conviertan esta novela en un análisis racista tradicional tipo (los que lo encierran son japoneses).
En conclusión, ME GUSTÓ MUCHO, aunque sinceramente todavía estoy EN SHOCK. Estoy tan en shock que ni siquiera lloré, y eso que lloro en casi todos los libros, jajaja.
No lo recomiendo, en todo caso, para cualquiera. Hay que tener guata. Y es muy doloroso, en especial cuando a uno le importan los animales, y le importa la gente, y lo más doloroso de esto es que, repito, perfectamente podría suceder en la vida real, si no ha sucedido ya. -
Non sono una estimatrice della letteratura giapponese, che proprio non rientra nei miei gusti di lettrice. Ho pertanto iniziato la lettura di questo racconto con diffidenza, seppur consapevole che leggevo un premio Nobel per la letteratura.
Ed è stato un incontro fortunato. Questo racconto breve mi è piaciuto perché lo scrittore ha condensato in poche pagine uno scampolo di esistenza che è fondamentale, quel momento che tutti nella vita abbiamo vissuto, più o meno consapevolmente, del passaggio dall’infanzia all’età adulta, il guado del fiume, l’attimo in cui il mondo, che fino a quel momento era stato un gioco lieto, uno scroscio di risate tra compagni di giochi, uno sguardo sbalordito su ciò che ci circonda, si trasforma improvvisamente in violenza, in una guerra di tutti gli adulti, divenuti in un momento nemici pericolosi da cui difendersi.
Per il protagonista del racconto, un bambino giapponese che vive in un villaggio in mezzo alla foresta, arretrato e affamato dalla guerra, questo momento si verifica quando cade un aereo americano nei pressi del suo villaggio e gli adulti fanno prigioniero un soldato nero, che viene portato come un trofeo e incatenato in un sotterraneo, in attesa che la prefettura nella “città” decida il suo destino. Il mondo dei bambini del villaggio si accende all’improvviso di curiosità, di interesse, di forte attrazione per questo nuovo “giocattolo” che eccita ed attrae la fantasia ed al contempo fa paura. L’uomo, mentre gli adulti sono al lavoro nei campi, viene accudito dai bimbi del villaggio, che pian piano acquistano familiarità con il gigante nero, che diventa il “loro” animale di allevamento, con il quale trascorrono un’estate spensierata di giochi anche eccitanti, che sfiorano la sessualità ancora sconosciuta e ne precedono la scoperta.
“A noi sembrava che quell’estate che ci aveva mostrato un muscolo tanto vigoroso e splendente, quell’estate che ci inzuppava con un pesante olio nero e dispensava felicità come un pozzo di petrolio improvvisamente zampillante, non sarebbe finita mai, avrebbe continuato per sempre”.
In un repentino cambiamento che la mente ingenua di un bambino non comprende, il giocattolo si trasforma in paura, violenza, brutalità e infine morte; il mondo giocoso e ridente dell’infanzia si frantuma, scompare, diventa nero come la pelle dell’uomo e il sangue che sgorga a lordare l’innocenza perduta.
Questo racconto è un primo passo per avvicinarmi allo scrittore che non conoscevo e magari per riconciliarmi con gli scrittori giapponesi finora lontani dalle mie corde. -
“En un instante, la muerte brutal, lo que se lee en la cara de un muerto, unas veces la melancolía y otras el esbozo de una sonrisa, había llegado a resultarme tan familiar como a los adultos de la aldea.”
Con un estilo simple, ágil y realista, el autor nos cuenta la historia de una aldea, que se conmociona cuando un aviador de raza negra sufre un accidente y pasa a ser su prisionero.
Me quedo con el desprendimiento de la infancia por parte del joven niño protagonista, nostálgica, cruel y dura.
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¿Qué cara deben de tener los enemigos?
El coming-of-age es un género que retrata el paso de la juventud a la adultez. La presa de Ōe pertenece a este género, marcando una gran distancia de las obras más comunes: aquí no se inicia con un adolescente dubitativo sobre ir a la universidad o tomarse un año sabático; aquí se inicia con niños recolectando huesos para usarlos como insignias, en medio de una guerra.
Cerca de una pequeña aldea japonesa cae un avión estadounidense, los adultos se agrupan y acuden al sitio en cuestión. Los niños se entusiasman: ¡El avión que vimos ayer se estrelló anoche en la montaña! ¡Todos los hombres están batiendo la zona, con sus escopetas, para encontrar a su tripulación! Es una novedad en un pueblo en el que nunca pasa nada; una novedad que les cambiará el verano.
El tripulante convertido en rehén es negro. Para estos habitantes, acostumbrados a ver solo gente con su mismo fenotipo, resulta impresionante. Las descripciones, a partir de la voz del niño protagonista, van desde la deshumanización hasta rozar el erotismo, con un detalle nada austero sobre sus rasgos: "La piel de la garganta y el pecho estaba como iluminada interiormente por una luz violácea, y cada vez que giraba su cuello grasiento y poderoso, formando profundos pliegues en la piel, yo no podía contener los latidos de mi corazón fascinado y hechizado." e incluso de la manera en la que estimulaba sus sentidos: "Y después estaba también el olor de su cuerpo, que lo impregnaba todo como un veneno corrosivo, imperioso y persistente como una náusea que te sube de repente a la garganta, un olor que me encendía los pómulos, que me llenaba de sensaciones semejantes a ramalazos de locura…" Así, el visitante provocó en el niño emociones difíciles de definir, aunque lo intentará, a través de razonamientos ya más maduros que pueriles: me provocaba una náusea que no tenía nada de desagradable, una ligerísima repulsión que tenía algo que ver con el deseo.
Sin embargo, no será el deseo la puerta a la adultez, sino la desconfianza: el momento en que entiende que los adultos no siempre podrán protegerlo y que, es más, pueden ser un peligro, se convierte él también en uno. En un instante, la muerte brutal, lo que se lee en la cara de un muerto, unas veces la melancolía y otras el esbozo de una sonrisa, había llegado a resultarme tan familiar como a los adultos de la aldea. Ni el mundo, ni la vida, ni la muerte resultarán iguales después de eso. -
El mundo de la literatura es tan vasto que difícilmente podríamos andar por él sin las referencias de las lecturas de los amigos. Estas referencias son unas veces explícitas como ocurre en las conversaciones y los reportes en Goodreads y otras implícitas como cuando te regalan un libro.
Este 17 de junio como ocurre cada año, mis amigos me obsequiaron algunos libros, entre ellos “La Presa” de Kenzaburo Oé. Como estoy metido en otras lecturas y mis momentos de concentración lectora entre semana son casi inexistentes, de entre los libros regalados escogí uno que pudiera liquidar en el fin de semana tequisquiapanense.
El libro de Oé, por su tamaño, apenas 114 páginas con todo y el prólogo, fue el candidato perfecto. Lo leí sin el mínimo prejuicio pues no tenía idea de quien era Oé, ni de que trataba el libro. Me enteré en la solapa -confieso con algo de pena- que Oé ganó el Nobel de literatura en 1994.
La primera sorpresa que me da el libro es la voz del narrador: un niño japonés. La segunda es desde dónde esta narrando las primeras frases: desde un crematorio de cadáveres donde busca con su hermano huesos, para usarlos de adorno. Es la época de la segunda guerra mundial y vive en una aldea incomunicada, ese verano, por las inundaciones que las fuertes lluvias han producido. Un valle lejano de la Ciudad y se pensaría que de la guerra y sus horrores.
El relato es una anécdota de cómo la vida habitual de esa aldea perdida del Japón cambia su vida unas semanas por la caída de un avión enemigo con tres tripulantes. Dos de ellos mueren en el choque y el tercero, que alcanza a saltar en paracaídas, es hecho prisionero. Él es La Presa, que da título al libro y al personaje de Oé la oportunidad de imaginar otros mundos y de reflexionar acerca de aquel en el que vive.
En toda la narración esta presente el tiempo y el lugar donde ocurren los hechos. Es una aldea y el protagonista detalla su forma de vida distinta a la de la ciudad; describe las diferencias de los habitantes de la aldea y de los de la urbe, por los que no siente ningún aprecio. Uno ve en la novela trabajar al curtidor de pieles y al herrero, a los niños ir a bañarse al manantial y buscar cachorros de perros salvajes o moverse entre la vegetación exuberante.
Se lee la descripción de los bosques y las sombras de los árboles frutales. Se siente el calor del verano, el sudor de las pieles, la brillantez del sol, la pesadez de la bruma, el movimiento de los músculos, los gritos de los niños y uno va entendiendo que es el ojo receptivo de un niño japonés en transe a la adolescencia, que describe a la hierba como lujuriosa por sentirla llena de savia y de energía vital.
La narración tiene un doble desarrollo, donde por un lado, al margen de cualquier historia que se contara, aparecería esa fuerza proveniente de la transformación de niño a joven, que ve el mundo surgir ante él y lo siente despertar para él, en cada gota de rocío mojándole los pies descalzos o en cada movimiento del hermano. En ese sentido el libro de Oé, es un bello texto poético, lleno de nostalgia.
Por el otro lado está la historia del soldado negro prisionero en una Aldea perdida del Japón, donde los propios ciudadanos deben improvisar una prisión para tenerlo y darle los servicios de alimentación y sanidad mínimos.
Aquí el ritmo del relato me parecía la imagen especular de La Metamorfosis de Kafka. En el libro de Kaka, es el humano convertido en animal el que platica su metamorfosis; en La Presa, son los niños que observan al soldado negro, considerado punto menos que un animal, ir volviéndose poco a poco humano, fumar, reparar mecanismos averiados y salir a pasear a la plaza.
La historia tiene un desenlace que no platico en beneficio de quienes se sientan atraídos a dedicarle un par de horas a esta lectura que alrededor de una anécdota recrea el irrecuperable momento en que el mundo se le aparece al niño que se transforma en joven.
En mi caso además me hizo descubrir a un premio Nobel. Gracias Mario, por el regalo. -
El protagonista de 'La presa' es un niño que vive en una aldea perdida en medio de un valle aislado durante la segunda guerra mundial, aunque a los habitantes de la aldea la guerra no les afecta para nada, hasta que un día de verano un avión de los enemigos se estrella en los bosques cercanos y el único superviviente es un soldado negro al que encierran porque no saben bien qué hacer con él.
Para mí, primero de todo, este libro habla del otro. Ante el soldado negro, los niños se comportan como los occidentales nos hemos comportado con el otro: primero le tienen miedo (aunque esté mezclado con admiración), luego empiezan a acostumbrarse a él, pero nunca dejan de considerarlo un simple animal, que les puede divertir, del que se pueden reír, y al que sobre todo pueden explotar sin dar nada a cambio. Por ejemplo, arregla los aparatejos que ellos no tienen ni idea de cómo funcionan, y así se aprovechan de su superioridad, pero siempre teniéndolo sometido y nunca molestándose en considerarlo un ser humano. Aunque tampoco se tiene que olvidar que los de la ciudad tratan a los de la aldea como si fueran animales de otra especie inferior con los que conviene no mezclarse nunca. Y es que a mí me ha parecido un libro que resalta las oposiciones: ciudad-campo, niños-adultos, oriente-occidente, pasado-presente, etc.
Pero aún se pueden sacar infinitas lecturas más de esta obrita, pequeña sólo en extensión. Probablemente más que nada, hable de la muerte de un mundo, que ya nunca volverá a existir, de la muerte de la inocencia, que ya nunca se podrá recuperar, ya sea la inocencia del Japón de antes de la guerra o de la inocencia de la infancia. Cuando la obra termina, el protagonista deja de ser un niño, ya no le interesan los juegos a los que se entregan los otros niños. Ha vivido la violencia y la muerte de cerca y ha crecido, pero esto tampoco quiere decir que ya forme parte del mundo de los adultos, porque cuando el libro termina odia con todas sus fuerzas el mundo de los adultos, y tiene en el estómago una sensación de asco que no sabe de dónde le viene. Crecer, además de perder la inocencia, probablemente signifique abandonar la despreocupación y entrar de lleno en el hastío. Pero lo mejor de esta obra es que además de describir un mundo mítico, perdido para siempre, y de poder leerse como una metáfora de muchas cosas, es también un retrato realista de la infancia, la historia de un niño que crece, contada de una forma preciosa, y con la que nos podemos identificar muy fácilmente, por más diferente que haya sido de la nuestra. -
Di come umanità e bestialità convivono in ogni essere umano.
Siamo in un piccolo villaggio del Giappone durante la seconda guerra mondiale. Un giorno cade un aeroplano americano e un soldato nero viene fatto prigioniero. I bambini del villaggio sono emozionati e al tempo stesso spaventati dalla cattura di questa strana persona. Lo osservano con curiosità e lo considerano come un animale selvaggio da addomesticare. Dopo un po' di tempo "l'animale" sembra mansueto e addomesticato, non dà segni di violenza e quindi si sciolgono le tensioni iniziali. Il prigioniero può uscire, gioca con i bambini e nessuno si cura più di lui. Gli adulti del villaggio aspettano la decisione del prefetto per sapere cosa ne sarà di lui. Un bel giorno arriva la tanto attesa decisione e "l'animale" che sembrava addomesticato ridiventa selvaggio.
È una storia breve ma intensa. Parla di come in ogni essere umano, senza esserci un'innata cattiveria fine a se stessa, c'è sia un lato buono che un lato selvaggio che fuoriesce soprattutto quando si ha paura.
English
A very short but intense story about how humanity and bestiality live together in every person.
The story is set in a very small and remote village in Japan during WWII. One day an American airplane falls down and a black soldier is captured by the adults of this small village. The children are thrilled and scared at the same time by this strange person, they had never seen a black person before. They observe him with curiosity and consider him like a wild animal that has to be tamed. After some weeks this "animal" seems gentle and tame, there are no signs of violence and so the initial tensions go away. The children bring the soldier out of his prison, he plays with the children and the adults don't care anymore about him; they wait only for the decision of the prefect to know what they have to do with this prisoner. One day arrives the long-awaited decision and "the animal" that seemed tame becomes wild again.
This short story talks about how in every human being there is a good and a beastly side that comes out above all when we are afraid. -
Mi primer libro de Kenzaburo Oé, y desde luego no será el último. Una historia sencilla y a la vez inquietante que atrapa y hace que no pares de leer.
Conoce bien el arte de narrar, lo he disfrutado mucho.
Releído en febrero 2022 🖤 -
Me pareció el inicio de algo interesante, pero que fue cortado sin más, esperaba mucho de este escritor tan recomendado
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Conciso y al mismo tiempo meticuloso. Suave al tacto y de momento crudo como el invierno en pantalones cortos. Y bello, muy bello. Ampliamente recomendado, lectura muy fluida.
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Kenzaburo Ōe wrote this raw novella while he was a student and only 23 years old. It won the 1958 Akutagawa Prize, a prestigious award for Japanese writers, and he would go on to win the Nobel Prize for literature in 1994.
LA PRESA (translated as PRIZE STOCK and, also, THE CATCH) tells the story of a black American airman taken captive in a rural village in Japan in WWII. A rural village very much like the backward rural village Ōe grew up in.
No one in the village has ever seen a black man before. The baffled village elders debate what to do with the prisoner. They finally decide to rear him like an animal until the authorities from the "city" decide what they should do with him.
The story is told by a child, nicknamed Frog, in a rather flat and horrifying way. Frog and his friends take a brutally condescending view of the prisoner while they take care of his basic needs. They
think he is a rare breed of livestock. Eventually they are surprised to find that he is not dangerous at all but a sort of tame, obedient animal. However, events unfold in an unexpected and brutal way.
This could be considered a coming-of-age story, but it offers no sentimental picture of childhood. In fact, it is quite the opposite. Ōe takes us into an ugly and violent world.
The war is merely a backdrop, however, this is a brilliant story of the dehumanisation of the other and the corrosive effect of war. Written in a language that generates revulsion, it is a powerful, unsettling story not recommended for the faint hearted. -
La premisa sonaba fascinante: un grupo de chiquillos en el Japón de la Segunda Guerra Mundial toman como mascota a un prisionera negro estadounidense, en un pueblo remoto. Pero la historia es más que eso: vemos cómo viven los niños en un lugar apartado, las diferencias sociales que existen entre la gente de ciudad y de pueblo, su día a día y las dificultades y costumbres de vivir en un tiempo así. Más que el priosionero negro en ese espacio, era la idea, la percepción que provocaba en sus habitantes: los retos que representaba así como una manera de ocuparse de los niños. Plasma la fascinación y la adoración mística que experimentan los niños, algo que no me terminó de cuadrar. Aunque no pueda decir que es una historia aburrida o mala, no me terminó de convencer ni de enganchar. Quizá no era la historia adecuada para mí.
La historia apenas pasa las cien páginas, así que al menos es concisa. -
Cómo se puede decir tanto con tan pocas palabras? Conmovedor, dulce e inocente por momentos, terrible en su totalidad. A veces pienso que hubiese preferido no haber leído esta novela...
Siento una gran admiración por el autor. Lo recomiendo, pero es necesario saber que es una novela con imágenes duras. No se trata de escenas morbosas, sino que es el reflejo de la crueldad de la vida misma. -
Fantàstic, una meravella. Bocabadat em trobo.
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Joya literaria sin duda alguna. Lo que Oé logra en estas páginas es sorprendente; exponer la naturaleza humana de esa manera, tan cruda, tan dolorosa, tan real.
Muy recomendado. -
Kenzaburo Oe fue, probablemente, el primer autor japonés que cayó en mis manos: debía tener unos 17 años y cometí la osadía de entrometerme en la maraña de malestar que tejía a tu alrededor el magnífico El grito silencioso. Pese a todo, no sólo conseguí salir ileso, también acabé arrebatadamente fascinado por una propuesta que subvertía el núcleo familiar y lo convertía en un nido ambiguo repleto de ponzoña tanto emocional como psicológica. Supongo que desde entonces no he vuelto a leer nada de Oe por respeto y, sobre todo, por la dificultad que entraña encontrar libros orientales traducidos a nuestra lengua. Sea como sea, por fin he conseguido satisfacer mi deseo de seguir leyendo a este autor: La presa, como era de esperar, me ha vuelto a fascinar con un relato inquieto e inconformista que no sólo critica a la comunidad japonesa, sino que ataca directamente al alma humana. O inhumana, más bien. Mediante un relato de lineas claras, sin florituras, Oe habla de la ruptura entre individuo y sociedad: cómo crecer significa darse cuenta de que estás solo en el mundo. El protagonista deja el mundo de los niños sabiendo que tampoco pertenece al mundo de "los mayores", y podemos deducir que este enajenamiento, esta soledad, no se solucionará cuando descubra que el mundo de los adultos no es más que una suma de individualidades que se tocan por la punta de los dedos. A Oe le bastan escasas 100 páginas para realizar un relato vitalista y apasionante, aunque tocado por ese pesimismo que me fascinó y debería considerarse el reverso oriental de El extranjero de Camus.
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It is grotesque. No, I don`t mean the story, but everything that has to do with killing, with blood, with ordinary people turning into murderers and beasts who`d do anything just to survive. Some would say that there was no other way, or not enough time left to think or act, but I`m not as convinced that`s the truth. No matter what, however desperate the situation you get yourself into, regardless of how you might feel, I think there is always going to be at least one moment, one short moment available just for you, which is to be used for THINKING. Regardless of your personality and impulsiveness, you will always be granted with a moment you should use to think. Thinking about consequences is such a rare thing these days, people just don`t do that anymore. And, I think it`s a shame, because a gift like that should be used. Maybe there`d be more happiness in this world, if people piped down for a minute, put away their weapons, their pride, their prejudices and just took a moment to breathe and to think.
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No és una lectura agraida. O agradable. Per mi no parla tant del contrast entre un mon civilitzat i el mon rural (o natural) sinó del pas a una edat adulta embrutida en la seva animalitat. M'ha recordat, aquest ambient tèrbol i malaltís, a
El cor de les tenebres . -
Una visione differente della seconda guerra mondiale vista con gli occhi di un bambino giapponese e dell'incontro con un soldato americano di colore precipitato col suo aereo vicino al loro villaggio montano. Molto interessante!
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Vínculos sólidos, profundos y humanos.
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Quiconque lit, en 2021, le synopsis de ce livre ne peut qu'imaginer une sorte de happy-end où finalement tous les protagonistes se retrouvent à marcher main dans la main. Ce n'est pas ce livre là. Il paraît qu'Akutagawa voulait réaliser la synthèse entre la littérature européenne et la littérature japonaise. Avec ce livre de Oe, le divorce, en tous cas au niveau des idées, est consommé : car s'il faut retenir une conclusion au livre, c'est bien l'impossibilité de la communication qui finalement conduit à la violence.
Ce que j'ai aimé dans ce livre c'est la narration faîte par le jeune enfant qui m'a rappelé dans son innocence le livre "To kill a mockingbird". J'ai apprécié voir au travers de ses yeux la vie de son petit village de montagne pendant la deuxième guerre.
Par contre, au final, je n'ai pas trop compris où le livre voulait conduire. Il m'a semblé que nous tournions un petit peu en rond.
Trigger warning: je ne pense pas que le thème du livre soit le racisme, mais le traitement du livre en fait une bonne victime putative de la cancel culture. On est loin du mouvement BLM. -
En un pueblo aislado del mundo, la guerra sólo se siente cuando un avion enemigo sobrevuela las montañas que le rodean. Una mañana de verano, pero, cuando uno de los aviones se estrella cerca, la vida pausada de aquel lugar i de aquella gente de golpe se ve trastornada por la llegada de un prisionero, que convierten en una presa, les toma toda la inocencia.
La historia está basada en recuerdos de infancia del autor, que vivio los ultimos años de la Gran Guerra, y situa la acción en un espacio casi mistifiado, donde se sobrevive al ritmo que marca la naturaleza. El simbolismo, una gran riqueza sensorial- sonidos, olores, colores- y el punto de vista infantil, con la perdida de la inocencia, hace que se nos adentraremos en un sutil estudio sobre el poder y la violencia de grupo. -
3/3.5
el verdadero protagonista de este libro es la guerra, como su sin razón puede acabar con la inocencia de un niño, como cambia la vida, la rutina de una aldea aislada de todo, en un momento y dejar de ser los mismos. -
Es un relato impresionante. No hay recreaciones. Todo es puesto encima de la mesa sin contemplaciones. El resultado es apabullante, y con tan pocas páginas.
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Neobvyklé, velmi neobvyklý pohled na život kolem. 5 zcela odlišných povídek!!!
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Le pondría cuatro estrellas si no me hubiera traumatizado la escena de la cabra hasta tal punto que es casi lo único que recuerdo.
Y nos lo mandaron leer dos veces en la carrera. -
Librito corto pero intenso. Es lo primero que leo de este autor pero sospecho que no será lo último. Perfecto para un día de frío!!