Su cuerpo dejarán by Alejandra Eme Vazquez


Su cuerpo dejarán
Title : Su cuerpo dejarán
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ISBN : -
ISBN-10 : 9788494822971
Language : Spanish; Castilian
Format Type : ebook
Number of Pages : 92
Publication : Published March 1, 2019

Su cuerpo dejarán es un ensayo escrito desde la experiencia directa de cuidados remunerados en el ámbito familiar, que tiene como propósito establecer un diálogo horizontal con las lectoras y los lectores sobre la precarización del trabajo, la vejez [propia y ajena], el espacio doméstico, las políticas de lo familiar y todas las dinámicas que se activan al cuidar.


Su cuerpo dejarán Reviews


  • julieta

    Qué hermoso libro!! Conecté mucho con su manera de contar, con lo que cuenta, que me parece super importante. Siempre hemos dado por hecho que hay cosas que son parte de lo doméstico, parte de la vida privada, y no tienen lugar en una reflexión fuera de ese ámbito. Me encanta que es justo en donde se enfoca este libro. En el cuidado. Cuando me decían que este libro era sobre cuidado, pensaba que era un ensayo más teórico, pero se trata, claro, de algo personal. Y es super bonito, porque habla sobre algo que a mi siempre me obsesiona, y que bueno, lo suelto acá porque creo que está conectado con el tema en este libro. Y es la figura de la Madre Santa. Siempre se ha manejado este personaje, es uno de los que más me ha marcado como mujer. Esta cosa de la mujer dócil, cuidadosa, perfecta, que no se queja, y que su trabajo es considerado una obligación, no algo que pueda leerse desde lo laboral. Y bueno, habla sobre esto del cuidado que nunca puede ser remunerado, porque la familia es la familia, aunque en el caso de la autora justo vive en una situación en donde su trabajo se va a remunerar, pero no deja de hacerse mil preguntas sobre lo que eso significa. Pero también, y muy importante, es sobre la vejez, y sobre como se percibe, como se piensa en las personas que empiezan a requerir cuidado, y cómo esas personas también nos cuidaron. Es muy hermoso y cálido, tiene sentido del humor, y creo que todo el mundo debería leerlo, y plantearnos estas cosas desde la palabra, que además AEV lo hace maravillosamente.

  • Alejandra Arévalo

    Una de las cosas que me dejó claro Alejandra Eme Vázquez con este libro es que los textos son moldeables y se van haciendo también para jugar, por más tristes que sean sus contenidos. El ensayo que leerás aquí es también una invitación a pensar los textos de muchas maneras, no importa si son ensayísticos. En su interior nos encontramos muchas preguntas que generalizadas podrían solo referirse a lo doméstico que la gente luego entiende por el que hacer y la cocina, pero no, lo doméstico se crea en lo privado sí pero va más allá, va también de tener miedo a escribir, de tener miedo a la muerte, de las amistades y los consejos, de cocinar y pensar en el futuro. Todas estas propuestas están aquí escritas con Alejandra, incluso los miedos a las ollas de presión.
    Pensé al terminar de leer Su cuerpo dejarán qué me depara el futuro, en quiénes me voy a apoyar, cuáles son mis redes, mis canciones, mis libros, mis mayores miedos. Eso es lo bonito de este libro.

  • Rosaurasaurio

    Este ensayo aterriza en mis manos ahora que mi abuela necesita ya que alguien se quede con ella: a pesar de su lucidez y fuerza insistentes, la vejez la alcanzó. Entre varias mujeres de la familia, determinamos que se quedaría con ella una tía a quien pagaríamos y mantendríamos abastecida; mi prima les haría de comer y nosotras llevaríamos las medicinas y la despensa. Hasta acá, todo bien. Salvo que, ¿y la vida de mi tía? ¿Qué pasará con su relación diaria, qué harán durante los lentísimos minutos diarios en lo que mi sobrina regresa de la escuela? Luego, pienso en los muchos casos similares que conozco. Pienso por ejemplo en que mi esposo creció con sus dos abuelas en casa y me pregunto, ¿cómo se tradujo esto en el día a día de mi suegra? ¿Qué se hace para que estos trabajos sean justos o cómo se pueden distribuir? ¿Por qué la regla es que sean las hijas las que se sienten responsables de organizar estos cuidados y de distribuir, entre ellas, las implicaciones? Su cuerpo dejarán no plantea una respuesta, pero sí acompaña, sí conversa —y sí voy a regalar algunas copias a mis cercanas, porque es una conversación necesaria entre muchas de las mujeres que tengo cerca—.

    Como describió Gabriela Damián, Alejandra "piensa, urde y escribe un libro mientras cuida de su abuela."* Su cuerpo dejarán es una reflexión profunda a partir de la observación íntima sobre el trabajo de cuidados, un trabajo en primera persona, pero en el que muchas podemos reflejarnos o encontrar ecos de la gente que está a cargo de esas tareas en nuestro espacio familiar. Revela la otra cara de la moneda de una organización familiar en que las mujeres, siempre presentes —y casi siempre silentes—, son quienes se encargan de los quehaceres de cuidado, pero donde esto en absoluto significa que en esa organización rija un matriarcado.

    Desde mi lectura, el texto cuenta con al menos tres elementos super valiosos. Para empezar, el que traiga a la mesa la conversación sobre este fenómeno que, aunque recurrente en nuestras familias, es incesantemente soslayado. Luego, que es una cavilación transparente porque habla de todo esto con sincera pasión y preocupación. Finalmente, su disertación invita a seguir dándole vueltas al asunto, a llevarlo a nuestras mesas, con nuestras madres, tías y abuelas, con nuestras amigas y compañeras. Pero sobre todo, después de preguntarnos por nuestra propia vejez, por lo que significará haber dejado el cuerpo en los cuidados de las nuestras y qué pasará cuándo nosotras necesitemos que nos cuiden, ¿cómo podemos barrer los tabúes alrededor de envejecer (a casi nadie le gusta hablar de ese futuro, aunque sea algo probable en nuestras vidas o en la de nuestros cercanos)? ¿Cómo vamos a distribuir, retribuir y contribuir en adelante en lo que respecta a este tema? En fin, como diría Jarvis, in the meantime we try, try to forget that nothing lasts forever**.

    Menciones aparte:
    • ¿Quién hizo la portada? ¿Montserrat Acuña? Es super bella. ¿Dónde puedo ver más de su trabajo?
    • Su cuerpo dejarán se publicó en coedición con Kaja Negra, Enjambre Literario y el Periódico de las Señoras, tres proyectos independientes e interesados en la literatura escrita por mujeres y su difusión en línea. Se puede
    descargar gratis desde el sitio de Kaja Negra.

    *Escúchenlas en
    Desafinantes, de Vanosonoro.
    **Recomiendo acompañar estos piensos con
    Help the aged
    the Pulp.

  • Francisco M. Juárez

    Este libro trajo a mi mamá y a mi papá un ratito de vuelta... Para cuidarme.

  • Ana Pau De la Borbolla

    Termino este libro y me quedo pensando en tantos fragmentos, tanto dichos por la autora como formulados en mi cabeza mientras leía. ¿Qué incluye el cuidado? ¿De qué sirve llevar aquello que consideramos privado a lo público? ¿qué canciones o redes o independencias seguiré buscando en la vejez?
    Éste fue un texto distinto a otros que he leído y lo gocé. Bonito, bonito.

  • Abril G. Karera

    Aspectos que valoro mucho de este ensayo:
    1. Su sencillez y cercanía, después de todo es un tema privado que la autora saca de su vivir cotidiano para entregarlo a la conversación de sus lectores.
    2. El humor mezclado con la empatía. Es un ensayo que se escribe desde el amor y el genuino deseo de encontrar otros horizontes.
    3. La invitación a pensar, repensar, alzar la voz, debatir. Como lo ha manifestado varias veces su autora, este no es un libro que se termina al leer la última página. Es un ensayo que exige conversación y que entre más se aborden sus temas en lo público, más claro irá quedando todo.

    Me quedé pensando en las razones por las cuales yo no me veo anciana ni viviendo muchos años y, por supuesto, en todas mis carencias sobre el cuidado. Y también pensando en las mujeres, mujeres sobre todo, que han cuidado de mí en todo momento. Muy pero muy recomendable.

  • Eira Rangel

    "Abuela, ¿me dejas decirte lo bonita que eres?"

    Este ensayo me llegó directito al corazón. Habla sobre labores de cuidado y la vejez, temas que deben ser discutidos, algunos que deben dejar de normalizarse o pasar por desapercibidos (el cuidado sea solo impuesto a las mujeres y las políticas familiares que podemos reestructurar). Me ha dejado mucho en qué pensar, reflexionar sobre la senectud, quitarle la connotación negativa impuesta ya desde raíz.

    El playlist al final es oro puro <3

  • Vanne

    Me atrevo a ponerle cinco estrellas, porque mi corazón no me deja ponerle menos. Tan corto, tan real y me hizo pensar un montón en el paso del tiempo.
    ❤️

    2022: lo sigo amando.

  • Cassandra Meléndez

    Un ensayo muy necesario para repensar el espacio doméstico y la labor de cuidados. Me parece muy importante que aquello que se piensa privado (porque son temas de familia y nadie debe meterse) se debe pensar desde lo público, donde lo doméstico -que en su mayoría realizan las mujeres- se visibilice como un trabajo y donde también se exijan derechos.

    A través del ensayo, Alejandra Eme Vázquez también nos invita a reflexionar sobre la vejez, que talvez nos puede parecer tan lejana, pero que nadie nos asegura que lleguemos a ella con plenitud y tranquilidad. (derivado de una inminente precarización del trabajo que estamos viviendo)

  • Agustín Fest

    Hace mucho tiempo que leo los ensayos de Alejandra. La respeto mucho por ellos, que ganara un concurso por su primer libro es una mera formalidad, algo que ocurriría tarde o temprano. Este libro de ensayos no sólo es valioso por el tema que desarrolla: el cuidado; pero también el lector avezado aprenderá como un ensayista debe relacionarse con su tema, enfrentarlo a él.

    Espero con ansias el siguiente.

  • Rafa Araujo

    Que hermoso y duro a la vez... aún sigo reflexionando en varias cosas de este texto.

  • Abril Atenea

    Creo que se ha convertido en uno de mis favoritos de toda la vida.

  • Cris Rodríguez

    Esta mañana, mientras terminaba de leer este libro, me preguntaba si es que mi "instinto" de subrayar hasta el índice en estas últimas lecturas que estoy haciendo se debe realmente a que llevo mucho tiempo privada de literatura y no a la calidad de las obras que estoy leyendo (igual no son tan buenas, igual es que no tienes ningún criterio, sólo estás sedienta ). Seguramente sea un debate encubierto conmigo misma estéril porque parte se daba a la privación como operación motivadora, pero también a la calidad de los escritos que pasan por mis manos (o por mis dedos en el Kindle, si queremos ser más correctas). En fin, sea por un motivo o por otro, he sentido estas líneas especialmente subrayables y he disfrutado mucho con la breve lectura que ha supuesto.

    He disfrutado mucho leyéndolo porque he encontrado bastante sugerente el debate que incita a involucrarse al lector: ¿cómo nos encontramos las mujeres en relación a los cuidados? pese a ser una tarea tediosa, que muchas veces aceptamos "porque no queda otra", ¿debemos abandonarlo en pos de nuevas alternativas? ¿queremos hacerlo? ¿es la mercantilización de los cuidados una opción que considerar? (esta última pregunta recibe un no categórico por respuesta, o en eso creo que podría coincidir la autora conmigo). Me parece un texto muy revelador, no porque ponga sobre la mesa conversaciones que nunca se han abierto (son las mismas temáticas que siempre tenemos en cuenta para hablar de los cuidados), pero sí por cómo las trae a colación y se ven asociadas a su vivencia personal asociada al trabajo no remunerado que realiza junto con su abuela. Me gusta cómo enfatiza las responsabilidades que se imponen a un género y no a otro, me gusta cómo menciona que todas ellas van asociadas con unos estándares de cumplimiento, de ejecución, de rendimiento -aunque sean aspectos que, en una primera aproximación, quizás suene contradictorio-, me agrada cómo habla de la realidad que supone no poder alcanzar esos estándares imposibles y de la culpa que se siente en consecuencia porque es una forma de visibilizarlo. Una forma de decir: "oye, mira, que no es fácil llegar hasta aquí, y es muy probable que no se llegue hasta aquí, que lo hagamos cansadas, que sea una actividad muy frustrante. Por fa, no te sientas mal por no cumplir con las expectativas - nadie lo hacemos".

    Me ha gustado mucho también cómo habla del aparente abismo -esperemos que salvable- que hay entre la literatura más academicista y la realidad material de muchas mujeres para las que las tareas de cuidados son una parte importante de su día a día. Cómo se articulan las relaciones de poder entre las personas cuidadoras y cuidadas y cómo se reproducen también en las instituciones, y si es posible hacer el panorama algo más esperanzador. La reflexión que hace sobre la vejez me parece necesaria porque es un tema un poco tabú, ¿no? Reflexionar sobre la vejez -seguir ese hilo de pensamiento- nos conlleva a pensar que al final de eso está la muerte, y suele ser un tema del que se pretende ignorar un poco de cara al público (en la esfera privada, por lo doloroso, también). Los papeles que asumimos en cada momento de nuestra vida también se aplican a los últimos estadios, y mola mucho leer cómo se adapta Abuela al contexto en el que está: el hacer cosas a través de su cuidadora cuando es ella quien querría hacerlas en primer lugar, pero no puede.

    ¡CUIDADO! Exclamamos justo en el momento en que pensamos que podemos evitarle a alguien un mal rato. A veces también lo decimos una vez que ese mal rato ha ocurrido, como para recordar que ahí donde hubo ese vacío de bienestar debió estar su procuración, que los riesgos acechan, que no lo olvidemos. El oficio de cuidar se trata de traer a la escena todo esto e qué significa el bienestar y cómo podemos procurarlo en un cuerpo que no es el nuestro pero de algún modo está a nuestro cargo, lo que a veces significa que está a nuestra carga.

    Encontré especialmente alentador y tierno el ejercicio que realizó Alejandra MV por redes sociales, el de pedir a sus contactos el título de una canción que pensaran que les seguiría acompañando en la vejez. Según leía esas líneas, ya anticipaba y no me cabía ninguna duda de que iba a encontrar All�� donde solíamos gritar de Love of Lesbian en la lista que resultase de esa encuesta. Así fue. Fue bastante reconfortante, por qué no decirlo.

    Las 92 páginas que supone Su cuerpo dejarán terminan con una reflexión que me parece lo suficientemente importante como para no citarla en esta review:

    Yo no sé si sea justo para la vejez pensarla sólo como un eco de lo que somos ahora, como si los años anteriores fueran los únicos que construyeran formas válidas de ser y gestos que se van a quedar con nosotras "para siempre". No sé si sería mejor apostar a ancianidades activas, en las que se descubran siempre nuevas cosas para que los recuerdos no tengan ese peso abrumador, que parece imborrable. Que si nos gustaron los Beatles durante toda nuestra juventud, podamos darnos permiso de dejar de escucharlos o de suplirlos por nuevos favoritos a los ochentaymuchos. O aún más: que dejemos de nombrarle vejez a esa etapa de deterioro y, por tanto, dejemos de decir juventud, adultez, vida productiva, improductividad. Podríamos descubrir qué tanto cambia el mundo, si cambiamos el lenguaje.

  • Carla Galvan

    Me parece que es un libro lúcido, luminosísimo y completamente necesario. Y es que, siendo México el país que es, con la crianza y los valores que nos supone especialmente a las mujeres, esta conversación la teníamos pendiente y me encanta que sea este libro el que haya abierto el espacio para la misma, porque es un libro sensible, honesto y valiente. Nos debíamos una conversación que nos permitiera discutir el cuidado y el sacrificio, pero también el amor y la familia y las redes y cómo operamos el cuidado. No lo sé, ha sido como si todas las mujeres que prodigamos cuidado (y que hemos sido criadas con eso en mente: cuidar al otro, a las y los mayores, a los y las menores) de repente nos encontráramos ahí en el texto para decir: sí, yo también.

    ADEMÁS y casi lo olvidaba, este libro es de acceso libre!!! Que me parece también valiosísimo porque nos permite a todas acceder a él <3!!!!

  • Iveth Martínez

    La retribución económica de las labores domésticas es algo que he reflexionado superficialmente en los últimos años, pero que no le he dedicado más investigación a fondo sobre sus implicaciones. Menos me he parado a pensar en el tema de las labores de cuidado.
    Este libro refleja la importancia de hablar de estos temas; de escribir sobre él, de informar y ponerlo a la mesa de discusión.

    Al leerlo, se siente como si una amiga platicara sus experiencias al cuidar a su abuela: las reflexiones que se ha planteado, las observaciones que ha hecho. Es una combinación de su experiencia personal cuidando y su proyecto de investigación.
    Me encanta ese toque anecdótico mezclado con lo académico. Es increíble, algo muy curioso pero alucinante.

    Aborda una variedad de temas importantes como la retribución emocional, el género, las redes de cuidado; la seguridad social y la vejez (especialmente los prejuicios en torno a ella).

    Como mencioné al inicio, trata la precarización laboral. Cómo si no estamos inscritos en el sistema, es como si no existieramos. Las labores domésticas y de cuidado se deben hacer obligatoriamente, constantemente y con buena disposición: sin esperar ningún tipo de reconocimiento ni remuneración. Porque verdaderamente no importa. Porque es la estructura que funciona a base de ello, que pretende estar sobre ello.

    Hace una denuncia del fallo del Estado en la vida privado: como se relega a lo familiar lo que las políticas públicas deberían suplir. Es asombroso y hasta cierto punto entrañable cómo las familias se organizan para cuidar de sus miembros más vulnerables. Pero debemos recordar que es tarea del Estado: en América Latina es comúnmente aceptado pero hay que cuestionar al gobierno la falta de acciones que debería estar emprendiendo. Porque cuando pasa que toman programas de asistencia social se les agradece, popularmente se cree que nos hacen favores cuando es su obligación y chamba.

    "Porque lo que se hace a puerta cerrada no debería escatimar en sacrificio, nos dicen".

  • Noa VG

    Me cuesta expresar con palabras todo lo que me ha transmitido este libro. Nos reencuentra, pero también nos remueve. Un ensayo que debería leer todo el mundo. Gracias a Cris por la recomendación 💜

  • Amellali  Mayén

    ¿Cuidar es amar? sí ¿Cuidar es trabajo? SÍ
    ✩ ✩ ✩ ✩ ✩
    Esta lectura me llegó en el momento correcto, me ha abierto los ojos para poder mirar desde otra perspectiva el trabajo domestico y de cuidados, me ha hecho cuestionar dinámicas que daba por sentadas, que aunque me generaban frustración no la expresaba por culpa.
    Este ensayo de Alejandra Eme Vazquez me parece muy entretenido de leer, porque si bien es bastante intenso y reflexivo, también presenta sus conclusiones envueltas en experiencias cotidianas con las que fácilmente te puedes identificar.
    Desde el inicio la autora te permite explorar por tu cuenta de qué va a tratar el libro; te presenta 30 oraciones y te pide que pensando en tu trabajo actual marques las que le correspondan, entre más cerca estés del 30 mejor remunerado y reconocido es tu trabajo, y mientras menos marques más precarizado e invisibilizado está. SORPRESA, los trabajos domesicos y de cuidados no llegan ni a marcar 5 oraciones.
    Ya que Alejandra te ha ayudado a abrir los ojos entonces comienza a desentrañar estas dinámicas, habla de cómo se espera que las mujeres cuiden mientras los hombre nunca dejan de ser cuidados, la forma en que el estado no incluye a quienes cuidan en sus políticas publicas, y esclarece la importancia de tomar conciencia acerca de la importancia del trabajo domestico y de cuidados, porque es este trabajo el que permite que el resto de trabajos produzcan y mantengan la estructura social.
    Durante el libro la autora se refiere a su propia experiencia cuidando a su abuela, por lo tanto también habla de la vejez y como esta etapa de la vida sufre la indiferencia del estado y es castigada socialmente, sobre todo con las mujeres que se dedicaron a cuidar. Pensé mucho en mi abuelita y en todas las violencias que ha vivido, y eso me parece lo más valioso de este ensayo, que sus datos y conclusiones se pueden traer a la realidad de inmediato, en tu entorno; cambiando tu lenguaje y la forma en que valoras los cuidados que otras mujeres te brindan, cuestionándote tu papel de cuidadora y analizando desde dónde surge la atención que le brindas a otros, y en ultima instancia pero no menos importante, dándote cuenta de que este tema es político y todas debemos procurar que se deje de omitir en el espacio público.
    He sido cuidada y he cuidado, siempre desde el amor, pero eso no significa que no sea un trabajo.

  • Andrea Flo

    Línea a línea te hace reflexionar sobre las dinámicas familiares, las propias y las ajenas. Plantea el problema invisible del cuidado. Además de recordar con nostalgia a esa figura tan importante en casi todas las mujeres: " la Abuela" con mayúscula.

  • Abril

    Sentí demasiada empatía con este ensayo, siento que muchas cosas que aquí se escribieron me están pasando pero no las había visto de la misma manera. Me gusta mucho leer ensayo y puedo ahora considerarlo como uno de mis favoritos.

  • Ani Azuela

    10/5 ⭐ Segunda lectura, esta vez en audiolibro en Storytel. La cosa más cercana a un libro perfecto que he leído en los últimos dos años. Lo amo mucho. Ojalá lo reimpriman pronto.

    28/12/22. Sigue siendo mi favorito.

  • Nora

    Cortito y fresco.

  • Leyre

    Resultó ser una cosa diferente a lo que suelo leer, y me gustó y me interesó mucho.

    Me gustó mucho por como plantea Alejandra MV el ensayo, no desde un punto de vista estrictamente político y racional. Ella habla sobre su experiencia, y de ahí te invita a que tú tomes tus conclusiones. Más que ella contándote sus movidas es como una discusión. Su experiencia no es una cosa general, sino como un tema tremendamente personal e íntimo que sin embargo es político (ba-dum-tss) y afecta de diferente modo a diferentes personas. (Quizá esta sea una forma mucho más natural de acercarse a los cuidados).

    Me interesó mucho pues por razones evidentes: es un tema interesante y la forma que tiene ella de plantearlo invita a reflexionar. Además (como casi todo), es un tema transversal que toca mogollón de otros temas.

    Alejandra me cayó súper bien a través del libro, pero el libro no me gustó por eso, y ambas cosas me parecen chulísimas.

  • mariana ૮₍˶ᵔ ᵕ ᵔ˶₎ა

    un ensayo muy necesario para traer al frente una discusión alrededor de la labor de los cuidados y su invisibilización, muchas veces velada tras la evasiva nebulosa del "amor y el sacrificio" 👍

  • Andrea Vega

    Voy a pensar pensativamente sobre este libro.

  • Sandra Ramírez

    Leí la mayor parte de este libro en voz alta y sentí como si las palabras fueran mias, como si la historia la estuviera viviendo yo. Y es que eso es lo que pasa cuando reconocemos el trabajo doméstico y de cuidados, que no podemos separarlo de nuestra vivencia individual, que comenzamos a encontrar sus consecuencias en todos los lugares a los que llegamos y nos damos cuenta de que es una historia que nos atraviesa a todas. Me encantó la estrecha relación con la vejez, porque es verdad que colectivamente entendemos ese término de maneras negativas y precarias, cuando nuestra acción debería estar enfocada en transitar por los años de la manera más digna posible.

  • Irene

    Un libro muy tierno y necesario. Me ha hecho reflexionar sobre la relación que mi madre y yo tenemos con mi abuela y sobre cómo será en un futuro cercano. Gracias a
    Alejandra Eme Vazquez por ponerle palabras a una experiencia complicada de analizar cuando se vive.

    El esfuerzo que emplea Abuela en cocinar algo especial o en lavar los baños al punto más brillante no es distinto al de un médico que a la misma edad continúa operando con perfecto pulso; o un profesor que siga yendo a dar clases peses a que las piernas tampoco le respondan como antes. Seguro que al médico también le contraindican esfuerzos físicos y que el profesor ya no puede aspirar polvo de gis o aroma de plumón; la diferencia es que en esos dos ejemplos, el "qué necio eres" va acompañado de una sonrisa y de un asombro admirado que en el fondo es un "sigue así, eres un crack"; pero a Abuela, aunque sea cariñosamente, la regañamos.
    Esta parte del libro y la que habla de la ventriloquía de Abuela son mis preferidas, me han hecho ver de una forma distinta cosas que hasta ahora no había entendido. Me ha gustado el respeto y el cariño con los que habla de Abuela y de todo lo que ha hecho y sigue siendo capaz de hacer.

    Además de hablar sobre la relación con Abuela, es muy importante la reflexión que hace sobre la necesidad de sacar el trabajo de cuidados de la esfera privada y empezar a cuestionar las condiciones en las que se realiza: la diferencia de implicación de mujeres y hombres, el papel del cariño y la remuneración, el agotamiento y la culpa, qué ocurre cuando es el cuidador el que necesita ser cuidado...

    Es un libro corto y escrito de forma sencilla y cercana; se lee rápido y con gusto. Lo recomiendo sin duda.

  • Ivy (◍•ᴗ•◍)♡ ✧*。

    Los cuidados es una actividad que se le atribuye a la mujer, casi como si naciéramos sabiendo cuidar y lo disfrutáramos. Es por eso que no se le suele considerar un trabajo y por lo general tampoco es remunerado, sobre todo cuando se trata de cuidar a familiares.
    En este libro, Alejandra Eme Vazquez narra el trabajo del cuidado hacia su abuela; qué es lo que pasa cuando una mujer que se dedicó toda su vida a cuidar, necesitar ser ahora cuidada. La autora expresa la carga física y psicológica de estos aspectos.
    Reclama su tiempo escribiendo este texto cuando por norma social, las mujeres sólo deben de tener tiempo para servir toda su vida; servir al marido, a los padres, a los hermanos, a los hijos, a los mayores, la lista es interminable. Pero esta escritora le da voz a esos pensamientos para reclamar el trabajo que requiere ser cuidadorA.

  • Analí

    Un acercamiento amigable al tema de la vejez y los cuidados que se requieren en esa etapa de la vida. Creo que Alejandra es una escritora con una capacidad para abordar temas que podrían resultar dolorosos o complicados desde una perspectiva pragmática y nada cursi o falsa.
    Me gustó sonreír durante algunos pasajes de esta lectura, descubrir qué hay miedos irracionales (el momento de la olla exprés) compartidos y descubrir también que hablar sobre cuidados es también una forma de hacer comunidad.
    Para comenzar a reflexionar en torno a nuestra propia vejez y la de las personas que amamos, me parece un gran libro.

  • Mariana Bucio

    Es un ensayo (largo) sobre el cuidado. El cuidado de los otros es una categoría profunda en el análisis del contexto de las mexicanAs.
    Este libro no es nada de eso. Nos relata la historia de la autora siendo la cuidadora de su abuela y analiza el tema de cuidar y ser cuidada en el contexto de precarización económica pero también precarización anímica en las personas mayores.
    Son 82 paginas, si no me equivoco, y en estas páginas que devoré en un día, me cuestioné a mí y a mi mamá, mi abuela y hermana y nuestro papel como miembras del mismo circulo de cuidado.
    Wow, wow, wow. Podría decir tantas cosas que me siento sin palabras.

  • Gretel

    Este ensayo me gustó muchísimo porque es una narración muy amena y ligera pero los temas que toca y las reflexiones que comparte son muy importantes,tomé descansos porque aunque no es de una gran extensión si merecía que le diera tiempo para masticar lo que acababa de leer.

    Es como una plática entre amigas sobre lo que significa cuidar y la vejez que tal vez debimos de tener desde hace mucho tiempo.