Title | : | Sunday best |
Author | : | |
Rating | : | |
ISBN | : | 0413448304 |
ISBN-10 | : | 9780413448309 |
Language | : | English |
Format Type | : | Hardcover |
Number of Pages | : | - |
Publication | : | First published June 27, 1974 |
Sunday best Reviews
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Víctima de un padre abusivo y de una interminable ristra de equívocos, George Verrey Smith, el protagonista de Con el traje de los domingos, es un encantador villano del que te acabas enamorando contra todo pronóstico. Sus temperamentales arranques de sinceridad, su descacharrante narcisismo y sus mordaces circunloquios sobre el conservadurismo británico hacen de la lectura de Con el traje de los domingos una experiencia que ha superado todas mis expectativas y que arranca de cuajo cualquier prejuicio o idea preconcebida sobre la necesidad de trascender las barreras del género. Divertida sin ser superficial, inteligente, inspiradora e inesperadamente despiadada, Con el traje de los domingos es una magistral exploración del individuo sometido a las cadenas de la vida en grupo, una lectura apasionante que avanza a ritmo de thriller hacia incómodos recovecos de la naturaleza humana, pero que sin duda merece la pena descubrir.
RESEÑA COMPLETA:
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La primera edición se publica en 1971 y la reedita Alba Editorial en Rara Avis en octubre de 2017.
Lo acabo de terminar y lo recomiendo para el puente,muy ameno,british,sátira de costumbres ,con un cuadro psicológico que para mí es la clave .Salvando las distancias me ha recordado a NormanBates y a la serie que vi en Netflix de Bates Motel.
De su contraportada “Todos los domingos sube a su estudio,se maquilla ,se viste de mujer y se pone a hacer un crucigrama del periódico.Su mujer lo sabe y no parece especialmente molesta;es +es ella quien le presta los vestidos “Intriganteeeee🤗🤭 -
Uno de los grandes problemas de la cultura es que las revoluciones se suceden demasiado deprisa. La principal consecuencia, evidentemente, es que lo que ayer nos parecía revolucionario hoy nos resulta completamente prescindible y obsoleto… Y es que, una vez la revolución sube un nuevo peldaño en su escalada hacia su propia cúspide, el escalón de abajo nos parece incluso más insultante que la propia realidad inicial.
Tomemos, por ejemplo, la lucha de la comunidad LGBTIQ: si se estrenara ahora mismo una película española de los 70 como, por ejemplo, “No Desearás Al Vecino del Quinto” de Tito Fernández, más que probablemente se le tirarían encima unas trescientas asociaciones diferentes que exigirían su prohibición por resultar totalmente hiriente para la visión que la sociedad tiene de los homosexuales. En su momento, sin embargo, había que reconocer que “No Desearás Al Vecino del Quinto” suponía una “mejoría” en el status quo: por lo menos, el hombre gay empezaba a tener visibilidad en el cine más allá de los papeles de villano bondiano traumatizado por su propia sexualidad.
Una vez el rol homosexual empieza no solo a circular de forma más natural a lo largo y ancho de las ficciones habituales (e incluso a tener sus propias ficciones), sin embargo, el cliché pasa a ser totalmente inaceptable. Pasa a ser, de hecho, totalmente vilipendiable… Ahora bien, hagamos un ejercicio práctico. Coge a un chaval gay de 20 años y oblígale a que vea “No Desearás Al Vecino del Quinto“. ¿Qué ocurrirá? ¿Se indignará por la representación políticamente incorrecta y clichetera del protagonista homosexual? ¿O interiorizará que es una película 70 y valorará su valía en el marco en el que fue estrenada, no en el marco en el que él la está viendo? Depende del chaval, ¿no?
Algo similar ocurre con “Con El Traje De Los Domingos“, libro escrito por Bernice Rubens en el lejano año 1971 y que ahora la editorial Alba ha recuperado para publicar en nuestro país de forma totalmente pertinente. Eso no lo niega nadie. Al fin y al cabo, pensar que en el año 1971 se pudiera escribir y publicar un libro con un argumento como este tiene su guasa… A saber: “Con El Traje De Los Domingos” está protagonizado por George Verrey-Smith, un profesor de escuela que vive tranquilo con su mujer en la periferia de Londres. Esa “tranquilidad”, sin embargo, contiene una peculiaridad ligeramente extravagante: en la casa de George y su mujer Joy hay una habitación a la que él acude religiosamente todos los domingos para, a puerta cerrada y lejos de las miradas de todo el mundo (incluida su esposa), vestirse y pintarse como una mujer.
El punto de partida es mucho más que elocuente, y más todavía si lo consideramos en el año 1971: ese espacio secreto en la casa de George y Joy es más bien una pieza igualmente secreta en el puzzle de la identidad de él. Más interesante todavía: Bernice Rubens entrelaza esta extravagancia en la vida de su protagonista en el seno de una trama de novela negra… Por una vez, sin embargo, el gay no es el villano de la función. Es, más bien, el falso sospechoso que solía habitar las películas de Hitchcock: un hombre corriente (con una pequeña extravagancia) que ve cómo su vida se pone del revés cuando todo su entorno empieza a sospechar que ha asesinado a un compañero profesor y que, para más inri, es el padre del hijo de una vecina.
Rubens estructura su novela de forma realmente inteligente: dividida en tres partes bien diferenciadas, George narra en primera persona el primer y el último tramo de “Con El Traje De Los Domingos“. En el primer acto, su punto de vista es el que nos guía a través de la trama, pero también a través de su propio proceso de transformación mental y, finalmente, física: a medida que las sospechas ajenas hacen más y más incómodo vivir dentro del cuerpo de George, es normal que su afición escapista vaya tomando más y más protagonismo hasta que decide pasarse al otro lado y convertirse en mujer.
En este punto, “Con El Traje De Los Domingos” deja de ser guiado por los ojos de George y, con el protagonista en búsqueda y captura, el punto de vista se multiplica para que conozcamos un poco más a los personajes colindantes… Al final, sin embargo, volvemos a George. Y, de hecho, volvemos a George y no a ese alter ego femenino que ha tomado las riendas durante varios días. Una vez aclarado el malentendido, George vuelve al redil, a su mujer, a su casa, a su trabajo y aparta la extravagancia de su vida alegando que todo fue una locura transitoria causada por el estrés de verse en el rol de falso culpable. (Eso sí, permitidme el spoiler: Rubens tiene el acierto de no ser moralista y deja la puerta abierta al hecho de que la personalidad femenina de George sigue ahí, agazapada, a la espera de cualquier excusa para volver a brotar hacia la superficie.)
Y aquí es cuando el lector tiene que hacerse la misma pregunta que le hicimos más arriba al chaval de 21 años que veía “No Desearás Al Vecino Del Quinto“… ¿Consideramos “Con El Traje De Los Domingos” un libro carca que puede resultar incluso retrógrado por el hecho de plantear la necesidad de vestirse de mujer como una extravagancia transitoria en vez de como algo natural, aceptable y deseable (sobre todo en la era en la que por fin hemos aprendido que lo mejor del mundo es que todos fuéramos personas de género fluido)? O, por el contrario, ¿ponderamos el libro de Bernice Rubens en el marco en el que fue publicado (recordamos: año 1971) y valoramos más bien el hecho revolucionario de incluir a una persona con dudas de género que no es relegada al rol de villano, sino que más bien se profundiza en su psique de forma realmente incisiva?
Una cosa os digo: yo he sido capaz de leerme el libro considerando y sintiendo en mis carnes ambas posturas. Y, por encima de todo, lo he disfrutado como un enano… ¿Por qué no os iba a ocurrir a vosotros exactamente lo mismo? -
En realidad este libro no habla de un travesti, habla de malos tratos en la infancia. Y es una historia rara, rara. Bien escrita, pero rara. Es la historia de un hombre maltratado en su infancia, de un padre aterrador y una madre sumisa. De un hombre que es profesor de colegio en Londres, con un ambiente social propicio al cotilleo, con mucha represión. Y ese hombre, al que le gusta vestirse como una mujer los domingos, un día decide "ser" una mujer. Salir a la calle vestido como mujer y actuar como tal.
A la vez, un compañero de trabajo es acusado de abusar sexualmente de sus alumnos, y al cabo del tiempo aparece asesinado, justo el mismo día en que el protagonista decide irse de casa y ser mujer a tiempo completo. Y ahí se enreda un absurdo que sobra bastante en el resto de la historia. Sin embargo, las reflexiones de George mientras es Emily son interesantes, la forma en que "mata" a su padre con su transformación hace que simpatices con él.
En cambio, cuando es su mujer la que habla, en la segunda parte de la novela, encontramos a un George bastante odioso y antipático. -
El discurso no tiene el enfoque más acertado del mundo, pero tiene varios aciertos y no hay que perder de vista que fue escrito hace 50 años. El humor inglés que se entrevé en la historia hace la novela más ligera pese a todo lo que sucede
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3,5⭐️
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Delightful.
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Estuvo buenísima, qué manera de tenerme al borde de la silla con todo lo que fue pasando, su manera de escribir también 10/10. Ya, suficientes aplausos, empezaré contándoles de qué va esta historia.
George Verrey Smith es un profesor de escuela que vive con su esposa Joy en Londres. Goza de un buen trabajo, una buena casa, y aunque su relación con su mujer es poco convencional, su matrimonio tanto para él como para ella “funciona“ dentro de todo. Sin embargo no es solo esto lo que nos cuenta de él, también están un odio tremendo hacia su padre que nos irá revelando mientras se vaya viendo envuelto en un entramado de situaciones poco favorecedoras, -como ser el sospechoso número uno en el asesinato de un compañero suyo que fue acusado de pedófilo en su colegio- y que lo harán escapar de todo aquello con otro nombre y apariencia física, un refugio al que recurre y que está íntimamente relacionado con un pasatiempo suyo, el de vestirse con prendas típicamente femeninas los días domingo.
Al principio, el monólogo interno de George me hizo pensar que no iba a ser del todo de mi agrado su lectura, más que nada por las malas lecturas que he tenido con este tipo de narradores. Afortunadamente esa idea se esfumó rápidamente al llegar a hacerme interesarme por la vida de este hombre en apariencia típico pero que en el fondo es lo total opuesto. Y es que como deben ser los buenos narradores en primera persona, George nos irá contando de a trozos parte de su vida, omitiendo cosas y manteniéndonos intrigados sobre su pasado como su presente; lo adrenalínico que mencioné en la introducción es generado por este interés en descubrir una cosa de él que constantemente nos oculta y evade en su respuesta, qué hay detrás de su odio inmenso hacia su padre, y que como lectores iremos descubriendo a medida que vaya avanzando la trama.
Temí también ya avanzada la lectura que esto fuese una burla hacia la identidad trans, teniendo en cuenta la época de la autora y de lo distinta que era la sociedad en ese entonces en cuanto a estos temas. Lo que me encontré fue distinto a lo que pensaba, la autora fue respetuosa al introducir estos temas y no hizo juicios morales que me indicasen que estaba mofándose o siendo transfoba en el curso de la historia de George. No puedo decir que tenía un manejo más allá de la ficción de estas temáticas, pero de cualquier forma le resultó una historia que a pesar de no ser una en la que se pase a llevar a las personas trans/y en este caso particular a las personas no binarias, tampoco es una historia que va más allá que como mera caracterización al incorporarla.
La forma de escribir de Bernice en todo momento es intrigante y hace muy buenas escenas que te mantienen con ganas de seguir leyendo. En la segunda parte seguimos a Joy en una trama detectivesca, en la que gracias a su punto de vista nos da otra perspectiva de George y de los hechos, a la vez que también da para variados momentos cómicos y emocionales; más cómicos diría yo. También la perspectiva de George tiene momentos de este tipo, pero todo su arco es complicado y correlacionado directamente con lo duro de su pasado y que finalmente le hizo difícil lidiar con su presente, hasta tal punto de llegar a borrarse y llegar a ser otra persona en forma de juego -pero que es a la vez una forma de ser él mismo, sin ataduras ni problemas- para escapar de todo.
Es dura y cómica, cuya balanza constantemente se inclina en una o en la otra, y en muchas oportunidades ambas por igual, y tremendamente ágil a la hora de mostrarnos a sus personajes y por todo lo que pasan. Me pasé un buen rato con la obra de esta autora y sin duda quiero leer más de lo que ha escrito. Está de más decir que se las recomiendo ;) -
George, a teacher trapped in a boring job and in a loveless marriage, has one solace in life. He dresses up in his wife's clothes and becomes Emily - but only in the privacy of his locked study. Things spiral out of control when he decides to experiments outdoors - to see if he can pass off as his other persona - as a series of tragic events unfold.
Bernice Rubens is master of dark comedy, but this is very dark, and tinged with sadness. Difficult to adjust to initially, but engrossing as it continues. A bit dated perhaps with a very 70s feel -
Another Bernice Rubens book and another square peg in a round hole. Another tale of love and loneliness and an ordinary, decent - albeit quirky - character tries to make their way in the world, swimming a little against the tide. While the language is full of pin-sharp observations of human decision making and frailties, I found this to be an untidy and ultimately unsatisfying experience.
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Very skillful story telling.
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Picked this up on holiday - SUCH a blast from the past. Can't compare with Muriel Spark transcends her time in a way that Bernice Rubens cannot.
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I really enjoy Bernice Rubens books