La cabeza de la Gorgona y otras transformaciones terroríficas by Antonio José Navarro


La cabeza de la Gorgona y otras transformaciones terroríficas
Title : La cabeza de la Gorgona y otras transformaciones terroríficas
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ISBN : 8477026971
ISBN-10 : 9788477026976
Language : Spanish; Castilian
Format Type : Hardcover
Number of Pages : 496
Publication : First published January 1, 2011

Una bella muchacha que se transforma en una decrépita momia egipcia, una madre rechazada por la sociedad que alumbra hijos deformes y los vende a los “freakshows”, el atroz descubrimiento de que la Gorgona existe… Hombres-lobo, mujeres-pantera y mujeres-serpiente, alienígenas agresivos y polimorfos, brillantes científicos convertidos en mosca y gente poseída por el Demonio… Estos y otros pesadillescos engendros son los protagonistas de La cabeza de la Gorgona y otras transformaciones terroríficas, una antología de cuentos de horror que descubre la fascinación del hombre por los monstruos.

Si en la actualidad la teratología –literalmente, «la ciencia de los monstruos»– ha demostrado que las alteraciones/deformaciones del cuerpo humano son resultado de sus errores genéticos, de la variedad de sus mutaciones, en la antigüedad el monstruo era el contravalor de la vida. Rezumaba negativismo, era una cosa demoníaca, un atentado al Orden, que ponía en cuestión todo aquello que se consideraba «normal».

Los relatos de autores como Louisa May Alcott, Guy de Maupassant, J.D. Beresford, John W. Campbell Jr., Val Lewton, George Langelaan, Joseph Payne Brennan, Vicente Muñoz Puelles o José María Latorre inciden en esta idea, pero aportan además su peculiar visión dramática, poética, en torno a cuestiones ligadas a la monstruosidad. Es decir, exploran los oscuros márgenes de lo que es humano, convirtiendo a sus monstruos en aquello de nosotros mismos que no queremos aceptar, que no deseamos ver.


La cabeza de la Gorgona y otras transformaciones terroríficas Reviews


  • Ana Cristina Lee

    He aquí un buen libro para leer mientras tomamos el sol en la playa este verano, a salvo de los monstruos, excepto quizá de algún tiburón despistado.

    Con una preciosa edición de Valdemar Gótica, esta recopilación contiene relatos que han dado origen a películas muy conocidas. Por ejemplo ¿Quién anda ahí? de John Campbell, cuya más famosa adaptación es la película de John Carpenter La cosa (1982) precedida por una anterior en 1951. También el relato La mosca de George Langelaan sirvió de base a una película del mismo título dirigida por David Cronenberg en 1987 y a una versión anterior de Kurt Newman en 1958.

    Pero hay mucho más. Por ejemplo un relato de Louise May Alcott (sí, la autora de Mujercitas) sobre una momia egipcia. También tenemos otros autores clásicos como Guy de Maupassant, cuyo relato La madre de los monstruos impacta por su crudeza.

    A lo largo de las páginas diferentes autores reflexionan sobre el concepto de lo monstruoso – encarnado en el mito clásico de la Gorgona – desde muy diferentes puntos de vista: hombres-lobo, científicos locos, mujeres-pantera, freak shows, alienígenas, posesiones demoníacas y un largo etcétera.

    La ambientación en la mayoría de los relatos es excelente – gótica en muchos casos – y se disfruta tanto como la historia en sí.

    En conjunto una buena antología, muy recomendable para los aficionados al género. 4,5*

  • Oscar

    ‘La cabeza de la Gorgona y otras transformaciones terroríficas’ es una antología de relatos seleccionados por Antonio José Navarro, dentro de la colección Gótica de la imprescindible editorial Valdemar. La figura principal de estos relatos es lo monstruoso, desde las metamorfosis más espeluznantes, hasta la pura y simple locura. La verdad es que esto último está metido un tanto con calzador, ya que, si bien es cierto que un tipo trastornado capaz de cometer las más absolutas aberraciones es considerado un monstruo, y con razón, no es lo que uno espera cuando se pone a leer la presente antología. Aunque esto no es óbice para no disfrutar igualmente de dichos relatos. Es también de agradecer a la editorial su buen ojo para darnos a conocer autores desconocidos. Cada obra viene precedida de una introducción, que, como el propio antólogo recomienda, es mejor leer al término de la misma.

    Estos son los 15 relatos incluidos en ‘La cabeza de la Gorgona y otras transformaciones terroríficas’:

    Perdido en la pirámide, o la maldición de la momia (Lost in a Pyramid, or The Mummy’s Curse, 1869), de Louisa May Alcott. Paul le cuenta a Evelyn la extraña historia de una caja de oro. Magnífico relato de la famosa autora de ‘Mujercitas’, que nos retrotrae a esas narraciones sobre profanadores de tumbas y maldiciones egipcias. (****)

    La madre de los monstruos (La mère aux monstres, 1883), de Guy de Maupassant. El protagonista recuerda un episodio que le aconteció hace unos años. Siendo invitado de un amigo, este le mostró los lugares más característicos, dejando para el final a la madre que se convirtió en una fábrica de monstruos. Espeluznante y cruel relato, no exento de una clara crítica social a las costumbres de la época. Gran relato del genial Maupassant. (****)

    El fabricante de monstruos (The Monster Maker, 1887), de William Chambers Morrow. Un joven asiste a la consulta de un viejo cirujano para hacerle una atípica solicitud. Hay que recordar que W.C. Morrow comenzó a publicar sus relatos en The Argonaut, la revista de editada por Ambrose Bierce. Gran relato pulp, con científico loco de por medio, con alguna escena realmente de pesadilla. (****)

    La cabeza de la Gorgona (The Gorgon’s Head, 1899), de Gertrude Bacon. La protagonista insiste hasta que logra convencer al capitán Brander para que le cuente una de sus historias en el mar. Buen relato de corte fantástico y aventurero. (****)

    La historia de la vieja casa Konnor (The Story of Konnor Old House, 1899), de ”E. & H. Heron” (seudónimo de Catherine O’Brien Prichard, y Hesketh Vernon Prichard, madre e hijo, respectivamente). Sullivan decide hacer noche en la Vieja Casa Konnor para demostrar que no hay nada sobrenatural en el lugar, pese a las luces resplandecientes que suelen verse. Relato normalito, con detective de lo oculto incluido, Flashman Low. (***)

    La granja de los degüellos (Cut-Thoat Farm, 1918), de John Davys Beresford. El protagonista espera pasar un verano de descanso en el campo, pero no sabe dónde va a ir a parar. Relato de corte humorístico, eso sí, del más ácido. (***)


    La voz en la noche (The Voice in the Night, 1921), de William James Wintle. El magistrado John Barron se enfrenta a un misterio, y es que parece que una bestia salvaje está haciendo estragos en la zona. Muy buen relato. (****)

    A Porta Inferi (A Porta Inferi, 1923), de ”Roger Pater” (seudónimo de Gilbert Roger Huddleston). Un sacerdote narra lo que le sucedió hace años a un buen amigo suyo, con gustos por el espiritismo. Magnífico relato de posesión. (****)

    La Bagheeta (The Bagheeta, 1930), de Val Lewton. Narrado a modo de leyenda fantástica, el relato cuenta el enfrentamiento de un joven contra una mujer pantera. Val Lewton siempre será recordado por sus producciones y guiones para la RKO, que incluyen verdaderas obras maestras como ‘La mujer pantera’ (The Cat People, 1942), o ‘Yo anduve con un zombi’ (I Walked With a Zombie, 1943), ambas de su amigo y director Jacques Tourneur. El presente relato sirvió de inspiración para ‘La mujer pantera’, aunque no tiene mucho que ver el uno con la otra. Prefiero la película, el relato ha resultado bastante decepcionante. (**)

    ¿Quién anda ahí? (Who Goes There?, 1938), de John W. Campbell, Jr. Una expedición científica en la Antártida encuentra un extraño ser dentro del hielo. Campbell dio a conocer a algunos de los más grandes de la ciencia ficción, la llamada Edad de Oro, con nombres como Asimov, Heinlein, Sturgeon, Simak. El presente relato tuvo algunas adaptaciones al cine: ‘El enigma… de otro mundo’ (The Thing From Another World, 1951), y la mejor sin duda, ‘La Cosa’ (The Thing, 1982), de John Carpenter. No se puede decir mucho más de este relato, que tanto influyó posteriormente, tanto en literatura como en cine. Imprescindible. (*****)

    la cosa

    La mosca (The Fly, 1956), de George Langelaan. El hermano del protagonista ha muerto en extrañas circunstancias. Pronto sabremos que estaba trabajando en la transferencia de materia. De origen francés, este es el relato más famoso de Langelaan, perfectamente narrado, y que nos advierte de los peligros de la ciencia. Existen dos grandes adaptaciones al cine de esta obra: una de Kurt Newmann, de 1958, cuyo final, siendo niño, me dejó absolutamente impactado; y otra de David Cronenberg, de 1986, con escenas grotescas y de pesadilla, igualmente memorable. Imprescindible. (*****)

    la mosca

    Horror en el castillo de Chilton (The Horror at Chilton Castle, 1963), de Joseph Payne Brennan. El narrador está de visita en tierras británicas, en busca de sus raíces. Entre las propiedades de sus antepasados se encuentra el Castillo de Chilton, que arrastra una reputación nefasta. Buena ambientación, con castillo en ruinas y leyenda ancestral incluidas. Magnífico relato con regusto gótico. (****)

    El reptil (The Reptile, 1966), de John Burke. El protagonista recibe en herencia una casa de campo en el pueblo de Clagmoor en Cornualles, que anteriormente perteneció a su hermano fallecido, y decide empezar una nueva vida allí con su reciente esposa, donde les aguardarán más de una sorpresa. La trama se desarrolla paulatinamente, encaminándose a un crescendo efectivo y satisfactorio. La creación de la atmósfera es muy buena, pero lo mejor es la parte final. ‘El reptil’ es la novelización de la película del mismo título, una producción de la Hammer dirigida por John Gilling en 1966. (****)

    el reptil

    El amor de ultratumba de Carl von Gosel (2011), de Vicente Muñoz Puelles. Esta es la historia del doctor Carl von Gosel, cuyo amor por una paciente moribunda le arrastró hacia la locura más absoluta. Relato mórbido donde los haya. (***)

    El talismán de la muerta (2011), de José María Latorre. Hannelore, la protagonista, no duerme demasiado bien, está poseída por el desasosiego, algo que se verá acentuado por la intempestiva visita de un monje en la mansión en la que vive con su padre. Buena ambientación para este relato de hombres lobo, aunque deja un tanto insatisfecho. (***)

  • Julio Bernad

    Esta antología es un cajón de sastre con todas las de ley. Aquí te entra una estampa naturalista de Maupassant y la ciencia ficción de serie B como La mosca o La cosa, cuentos de momias, de híbridos bestiales, pasando por las posesiones demoniacas y hasta por experimentos quirúrgicos que emocionarían a Mengele. Es la colección más ecléctica que he leído de Valdemar, y una de las más irregulares, para colmo. Voy a intentar entrar en materia pronto porque de aquí poco mas puedo sacar. Bueno, sí: saltaos el prólogo. Es como si te cayera 100 kilos de fardo de paja encima, y para lo que cuenta, que es justificar la coherencia de algo tan ambiguo como es la "transformación", tardareis menos en leeros los cuentos e "iluminaros". Aunque yo no haya sido capaz.

    -Perdido en la pirámide, de Louisa May Alcott (***): sí, no os engañan vuestros ojos: la escritora de Mujercitas también coqueteo con el horror. Es como descubrir que tu madre fue punkie y huía de la policía. Acongojante. Tenemos la clásica historia de maldiciones antiguas, el gran legado de los egipcios en lo que a aventuras y terror se refiere. En este caso, un egiptólogo sufre un accidente al explorar una tumba recién descubierta, con la mala suerte de terminar profanando a la momia en cuestión. De su expedición fallida, consigue, al menos, llevar a su prometida un suvenir con 3000 años de historia. Un relato bien escrito, pero que conocemos al dedillo por desgracia.

    -La madre de los monstruos, de Guy de Maupassant (*****): de los mejores de la colección. Aquí la transformación viene de la teratogénesis, la malformación durante la gestación, pero con una vuelta de tuerca retorcida y cruel. Una mujer se ha hecho famosa por parir sólo y únicamente niños deformes, niños que los directores de circo prácticamente se rifan y permiten a la madre sobrevivir holgadamente hasta su próxima "camada". Maupassant pone en la picota lo peor de nosotros mismos y de la sociedad de su época: la misoginia y la opresión a la mujer, la pobreza y en lo que ésta convierte al ser humano, el morbo y la depravación de los espíritus que se dicen "civilizados" y al narcisismo y la superficialidad. Una bomba de demolición que, sinceramente, no entiendo que hace aquí si no es dar algo de lustre al conjunto.

    -El fabricante de monstruos, de William Chambers Morrow (****): no deja de sorprenderme lo viscerales que podían ser algunos autores finiseculares; en una época en la que las buenas maneras y el buen gusto -de puertas para afuera, eso si- primaba por encima de todo, encontrar una creación tan "gore" me sacude por dentro. No es Baker, pero es fuerte, bastante fuerte. Un hombre decide poner fin a su vida y donar su cuerpo a la ciencia. Para ello, recurre a los servicios de un cirujano de gran talento y moral un tanto laxa. Como digo, muy sorprendente. Es la típica historia del científico loco y el efecto Frankenstein pero, y aunque resulte paradójico, lo más refrescante es su antigüedad.

    -La cabeza de la Gorgona, de Gertrude Bacon (***): un capitán de barco, de larga carrera y piel curtida por el viento y la sal, tiene una enorme batería de historias y anécdotas marineras, cada una más increíble que la anterior. Algunos le acusan de excesivamente imaginativo, el eufemismo que a principio de siglo venía a ser acusarte de trolero. La protagonista quiere poner a prueba la veracidad del capitán, y le pide que le cuente sobre una travesía en particular por las islas jónicas. Este relato, solvente pero nada destacable, me confunde por no saber dónde en concreto esta la transformación terrorífica. Y, por favor, si es el morir petrificado esta muy cogido por los pelos...

    -La historia de la vieja casa Konnor, de Hesketh y Vernon Prichard (***): Tres amigos, entre ellos Flaxman Low, un trasunto de John Silence, departen acerca del misterio de una casa encantada, propiedad de uno de éstos. El tercero en discordia, el que ni tiene habilidades extrasensoriales ni tierras, se apuesta que puede pasar una noche en la casa. Sorpresa, sorpresa, no puede. Otro relato correcto que gana mucho por su final, que, si bien rebuscado, es bastante creativo. Eso sí, Flaxman no tiene ni media torta contra el caguetas de Carnacki o el enigmático Silence.

    -La casa de los degüellos, de John Davys Bereford (): sí, en efecto, ni una maldita estrella. Es un intento de comedia negra que solo da vergüenza ajena. Y bueno, la transformación mejor ni mentarla.

    -Una voz en la noche, de William James Wintle (**): no confundirse con el magnifico relato de William Hope Hodgson, no tienen nada que ver, ni temáticamente ni en calidad. Este es un cuento de hombres lobos que se esfuerza mucho en intentar hacerte creer que no es de hombres lobos. Hay que tener en consideración que es un cuento antiguo, con otras sensibilidades -y aparentemente con auditorios menos agudos-, pero hay relatos contemporáneos de la misma temática (La mujer lobo de Clemence Housman, que podéis encontrar en la antología Venus en las tinieblas, también de Valdemar) mejor escritos que no confían su fuerza a un giro previsible desde el título.

    -A porta inferi, de Gilbert Robert Huddleston (***): uno de exorcismos. Un religioso recuerda una amistad de juventud que ponía muy nervioso a su mayordomo y que dejó de ver a causa de esos recelos. Años más tarde, y ya como prelado, se reencuentra con ese amigo en un sanatorio, pero éste no le reconoce. Sigo sin entender muy bien que tiene que ver la posesión con el tema de la antología, pero tampoco importa: es un buen cuento.

    -La Bagheeta, de Val Lewton (****): se supone que de este relato salió la idea para el clásico de Jacques Tourneur La mujer pantera, aunque solo la idea de una mujer-gato, porque las historias no tienen nada que ver. En un pueblo eslavo, un joven tiene que demostrar su valía cazando a la salvaje y embaucadora bagheeta. Lo mejor de este relato es que es un contrapunto amargo y realista a esas historias de cazadores de bestias sanguinarias y demonios de la noche, y un buen recordatorio del obvio complejo de inferioridad para aquellos que se piensan muy gallardos por abatir a un jabalí con una escopeta. Por poner alguna pega al relato, tanta canción se atraganta un poco; parece que el cazador fuera el Legolas de los libros, más bardo que arquero.

    -¿Quién anda ahí? de Joseph W. Campbell Jr. (**): con este relato me he indignado. Nunca, jamás, tengáis las expectativas altas: el desengaño siempre es más desagradable. El talento de Campbell Jr. como editor y descubridor de talentos es innegable. Igual de innegable es que tenía muy buen ojo, prueba de ello es la inolvidable premisa de este relato. Pero juzgando el relato en conjunto, apartando la idea a un lado, y sin haber leído nada más de este autor, entiendo muy bien porque prefirió publicar a otros que a si mismo. Porque, señores, si hay una prueba fehaciente de que a veces la adaptación cinematográfica supera al original es esta, porque no hay nada que la versión que Carpenter realizara en los 80 no haga mejor. Para empezar, el relato se hace demasiado largo, esta profusamente regado de charlas que se limitan a debatir, una y otra vez, sobre la posibilidad de que el ente escape de la Antártida y acabe transformando a todo el mundo en micelio extraterrestre. ¡Señores, me permiten recordarles que hay un monstruo cazándoles y que puede adoptar la forma de quien sea! Porque esa es otra, la bestia aparece muy poco. A la mitad del relato hay un impasse en el que la acción se detiene por completo, la bestia no hace su aparición y nadie hace nada más que hablar y hablar. No hay tensión hasta el final, que es cuando el alienígena de marras -¡por fin! mete segunda y fagocita unos cuantos científicos; pero ya es demasiado tarde, para entonces el lector ya esta contando las páginas que le quedan hasta el próximo relato. Para colmo de males, el cuento está terriblemente escrito. Yo no exijo que un relato esta brillantemente escrito, pero si me gustaría entender qué ocurre. No hablo de que se esconda información de forma deliberada, hablo de cómo el autor al intentar embellecer o generar más tensión o más ritmo o yoquesequé, elige una serie de expresiones y puntos de vista que hacen ininteligible la acción; insisto, no de forma deliberada, sino por torpeza. Y bueno, para acabar, que no quiero hacer un monográfico (que podría, Cthulhu bien lo sabe): aunque "la cosa" se describa, y ciertamente su descripción sea terrorífica, no alcanza las cotas de monstruosidad del monstruo de Carpenter. Es injusto, sí, pero al César lo que es del César: Carpenter y su equipo creativo y técnico inventaron unos diseños casi desde la nada. Y eso hay que elogiarlo.

    -La mosca, de John Langelaan (****): otro clásico de la serie B y muchísimo más disfrutable que el anterior. Todos conocemos la historia: un ensayo de teletransporte sale mal por culpa de una inoportuna mosca. Lo más interesante de este relato es que está contado a modo de misterio, no se hace referencia al experimento en cuestión desde el inicio. Es una pena, porque pese a ser un buen relato, las adaptaciones cinematográficas y los constantes guiños en series le han quitado cualquier posibilidad de sorprender al lector. Bueno, tal vez el final, que tiene un toque bastante agridulce y muy alejado del final de la película de Cronenberg. Claro que, en justicia, solo comparten premisa. Y de la de los 50 no puedo hablar, pues no la he visto.

    -El horror del castillo de Chilton, de Joseph Payne Brennan (***): un yanqui decide volver a la Irlanda de sus antepasados para investigar su genealogía y descubrir si, efectivamente, tiene sangre noble corriendo por sus venas. Es de los cuentos más crueles del libro, con una escena final brillante por sádica.

    -El reptil, de John Burke (****): de los mejores de la antología. Una pareja de recién casados decide ocupar la casa del hermano del marido, fallecido recientemente en extrañas circunstancias. A su llegada al pueblo, el recibimiento del vecindario no puede ser más frio y sospechoso. Un buen cuento de monstruos: buen ritmo, buena atmosfera, un misterio solvente que anima a descubrirlo y que sólo resulta previsible al alcanzar el clímax, y hasta una transformación de verdad -lo cual está bien-. Si tuviera que ponerle alguna pega, sería al clímax, por determinadas conveniencias un tanto forzadas.

    -El amor de ultratumba, de Carl von Cosel (***): este cuento es... curioso. Un radiólogo se enamora de una paciente tuberculosa en fase terminal, y hará lo imposible para consumar su amor, y consumarlo durante el mayor tiempo posible. Para sensibilidades que no toleren la necrofilia, mejor ni acercarse a este relato. Se agradece su buen gusto al limitarse a ser insinuante antes que explicito.

    -El talismán de la muerta, de José María Latorre (**): otro cuento de licántropos que da para bastante poco. Una joven aristócrata vive aislada, junto a su padre alcohólico y su servicio, en su palacio escondido entre los bosques. Un día, tras una larga temporada de insomnio, un extraño peregrino hace su aparición, y un extraño sentimiento de familiaridad se apodera de ella. Para lo simple de la trama la extensión del relato es excesiva, con pasajes prácticamente redundantes. Se levanta un poco al final, en el que aparecen algunos detalles que invitan a pensar que, habiéndose desarrollado la historia de otro modo, hubiera dado para una historia mas compleja e interesante.

  • Berna Labourdette

    Uno de los grandes problemas de las antologías de cuentos de terror, es que casi todos están antologados en otros libros, por lo cual muchas veces tienes relatos repetidos varias veces.
    No es el caso de esta selección finísima, que tiene no sólo cuentos clásicos y excelentes ("La mosca", "La madre de los monstruos" y "¿Quién anda ahí?"); también otros no tan conocidos, pero igualmente buenos (como "Horror en el castillo de Chilton" y "A Porta Inferi"). Vale muchísimo la pena. 

  • Paloma orejuda (Pevima)

    Pues... leídos "La voz en la noche" y "El Talismán de la muerta".

    El primero, "la voz en la noche" no me ha dicho nada. Un relato sin más, con un final meh, para mi un buen relato tiene que tener un final sorprendente, un giro de genio y este no lo tuvo, fue predecible.

    El segundo, "El talismán de la muerta" me gustó bastante más, porque era muy atrevido y escabroso. Y yo creía que había sido escrito en un siglo anterior (XVIII, XIX o XX) y me decía: Ostras, este autor los tiene bien puestos, tratar estos temas de una forma tan explícita... menuda revolución para la época. Pero luego... me enteré que era un relato del siglo XXI (había sido engañada) y todo el valor que le había dado desapareció. Porque esos temas en esta época son muy fáciles de hablar.
    Y para colmo, el final (aunque este si se parece un poco más a la concepción que tengo del final de un relato), me dejó como a medias.

    En fin... 2 estrellas sobre 5, porque son cortos,se leen rápido... y poco más.

  • Alicia Romero

    Leidos los relatos:
    La voz en la noche
    El talisman de la muerta

  • Haizea ✨⭐

    La mayoría de los relatos tienen algo en común, su final decepcionante. El desarrollo es bueno hasta que llegas al final y 👋.

  • Tegghiaio

    Interesante colección de historias de terror que va de menos a más conforme los relatos más breves le dan paso a las historias más extensas.

    En un primer momento me sentía un tanto decepcionado porque dentro de las primeras historias había algunas si no malas al menos totalmente intrascendentes, como por ejemplo La madre de los monstruos o La granja de los degüellos, pero a partir de esa última esta antología levanta el nivel y lo mejor llega con la inclusión de la historia de John Campbell, Jr. ¿Quién anda ahí?, la cual fuera llevada al cine por John Carpenter bajo el nombre de The Thing.

    La cabeza de la Gorgona y otras transformaciones terroríficas incluye además otro clásico del cine del terror y la ciencia ficción como lo es La mosca de George Langelaan. En el sentido contrario podemos también disfrutar en esta colección de la novelización de la película de Hammer The Reptile de la pluma de John Burke.

    Si bien la colección es principalmente anglosajona, además de una historia de Guy de Maupassant, las dos últimas fueron escritas por autores españoles (Vicente Muñoz Puelles y José María Latorre) y debo decir que entre mis favoritas ha quedado la de José María Latorre, titulada El talismán de la muerta.

  • CRISTINO

    "Mi corazón dejó de latir, el frío de la muerte atravesó todos mis miembros y, como si hubieran saltado de sus órbitas, mis ojos contemplaron el reflejo de la horrible cabeza en la charca. La observé fascinado durante lo que me parecieron horas, como un pájaro hechizado por el ojo de la serpiente que lo ha hipnotizado. Era incapaz de pensar o de moverme; sin embargo, de repente, ciertas nociones adquiridas en las aulas del colegio comenzaron a circular en mi mente, y supe que estaba el reflejo de Medusa, la Gorgona, el ser más bello y repugnante, la criatura inmunda, medio mujer medio águila, muerta por el héroe Perseo, y bastaba tan solo una mirada a aquel rostro torturado para transformar al desdichado observador en piedra por puro horror".

    LA CABEZA DE LA GORGONA de GERTRUDE BACON

  • Patrick

    Esta antología me pareció muy dispareja. En la mayoría de cuentos no sentí que se tocara el tema central del libro, casi que lo dejo a la mitad. No obstante, hay 2 cuentos que considero que valen muchísimo la pena, por sí solos me parecen 5 estrellas.
    Así que dejo una breve sinopsis de los mismos:

    ¿Quién anda ahí? de John W. Campbell
    El cuento que inspiró a La cosa, narra el descubrimiento de un alienígena en una base ubicada en la Antártida, aislada del resto del mundo. Los científicos, dejándose llevar por su curiosidad, cometen el error de tratar de averiguar más sobre esta forma de vida... sin saber lo que les espera.

    La mosca de George Langelaan
    Nuevamente la curiosidad trae consigo consecuencias más allá de lo imaginable. Un científico estudia la teletransportación, y, en su afán por formarse un nombre lo más rápido posible, comete una pequeñísima imprudencia. Difícil imaginar lo que puede terminar causando una mosca.

  • Fabulantes

    Reseña:
    http://www.fabulantes.com/2011/10/la-...
    "En La cabeza de la Gorgona y otras transformaciones terroríficas, los límites entre cine y literatura se diluyen. Es uno de esos libros, magnífica antología, donde es difícil determinar qué es estrictamente literario y qué estrictamente cinematográfico. Un volumen que contiene relatos de una extraordinaria fuerza visual, imágenes con impacto envueltas generalmente en narraciones veloces, sin resuello."