Title | : | La novela de Genji II. Catástrofe |
Author | : | |
Rating | : | |
ISBN | : | - |
ISBN-10 | : | 9788423342815 |
Language | : | Spanish; Castilian |
Format Type | : | Paperback |
Number of Pages | : | 834 |
Publication | : | First published January 1, 1021 |
La novela de Genji II. Catástrofe Reviews
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La verdad, hacer un comentario de esta novela es como hacerlo del Quijote o de otra obra similar. No es una obra como la Ilíada o la Odisea de hombres guerreros, sino de cortesanos: esto podría chocar ante la costumbre de tener héroes de ese tipo en nuestro pasado. Obviamente, se acerca mucho más al amor y las intrigas de las futuras novelas modernas en Europa. Pensar en Edad Media, aquí, eso nos chirriaría un poco. Hay que pensar que mientras la sociedad japonesa vive un momento de lujo y relativa paz, Europa está en crisis o recuperándose. Esta sociedad es muy diferente a la moderna que pensamos en los samuráis: guerreros y violencia. Eso es lo llamativo. También, por otro lado, la gran influencia china que se quedaría hasta tiempos modernos, cuando los japoneses salen de su aislamiento para, asimilando a Occidente, al mismo tiempo enorgullecerse de una peculiaridad insular similar a la británica... Es más, aun conservadores, el gran aislamiento del mundo tuvo que ver con la influencia de los cristianos, sobre todo occidentales ibéricos, portugueses o españoles...
Hay muchos elementos que fluyen de una clara inspiración budista: la corrupción del mundo, que está muy emparentada con la visión apocalíptica cristianas, como la joaquinista. Es más, en el relato encontramos un hilo desde partimos a un mundo glorioso que cae desgracia (infancia y juventud de Genji) y que vuelve a resplandecer en su 'príncipe resplandeciente' maduro, el Genji que vuelve a Heian (Kioto, vieja capital imperial) recuperando su prestigio, y con la llegada de sus últimos días veremos otra caída. Así, tras su muerte, el relato pierde gran parte de su poder narrativo: diría, personalmente, que pierde la gracia en sí misma. Se siente que sobra: es una justificación a una posible reencarnación de Genji, en Ukifune. Un motivo budista.
Este trasfondo búdico quizás es el que tiene que ver con el hilo: el karma y el pago de las penas. Aunque también haya otro motivo: la autora, mujer, parece ser por la introducción, pensaba que las mujeres también podían llegar al Nirvana como hombres. ¿Es posible que esta idea tenga que ver con esto? Lo desconozco porque no comprendo la teología budista. También, aprovechando: el mundo budista como japonés es completamente ajeno al mío. Algo extraño me parece es que el sintoísmo, aunque presente, es relegado a un papel secundaria; despreciado, en realidad, seguramente por motivos ideológicos de la autoras, posiblemente devota budista. Aunque siempre me habían dicho que el budismo era compatible con las otras religiones, como fe no teísta, he visto que no es del todo cierto: desprecian a las otras religiones y como cultos no pueden compartir espacio. Hay un gran grado de fusión religiosa, pero desde la posición de una fe dominante: en el caso de la autora, obviamente, budista, muestra grandes recelos del sintoísmo y la 'vieja fe', siguiendo la moda. -Porque la moda es seguir al día y seguir la corte...
Ahora, el protagonista, Genji, es un héroe cortesano: amores, venturas palaciegas, cotilleos, etc. Esto podría resultar aburrido, teóricamente. Pero la delicadeza y la narrativa es impresionante: la gran capacidad dramática y sicológica abruman. En toda la novela, siguiendo ese ideal búdico, cierto aire al Tiempo Perdido de Proust, hay una añoranza al pasado, un pasado ideal por lo general (real o ficticio, mítico, mezclado con realidad), aunque en un momento se hace palpable ese sentimiento moribundo de melancolía eterna cuando Genji se hace mayor y entiende realmente esa idea de tempus fugit latina... Es cierto, hay un motivo religioso, un tópico, pero hay un reflejo vital obvio. Que nos hacemos mayores, que morimos, que pasan las generaciones, y no podemos evitarlo. Y mientras, vivimos. A veces cargando con esos pecados búdicos, en este caso, preocupándonos por la vida (a veces contraria a la cristiana, en su sentido de despreocuparse de las penas y preocupaciones...).
Esta novela es inmensa: muchos personajes acompañan al protagonista. El padre-emperador, la madre muerta con su nacimiento, la mujer secundaria de su padre y luego amante suya; To no Chujo y su familia, la poderosa Fujiwara, y su propia mujer de esta familia; su primer amor de verdad muerto en el lecho con él; su hijo Yugiri; la dama de Akashi ; la gran Murasaki... Genji tendrá muchas amantes, y muchos filtreos, aunque Murasaki será su gran amor. Es curioso que ésta se la ponga el nombre de la autora. Precisamente, la que más aguanta los affaire de Genji, será la más leal, la más amada y la que más dolor provoque a Genji a su muerte. El capítulo de su muerte, presente aquí, es de lo más hondo y doloroso de la obra. Habrá muchas muertes, pero el recuerdo se hace aún más patente con ésta y afligirá más a su protagonista como nadie en toda la obra... Siempre la muerte se hará presente: la muerte de su madre, en su nacimiento; la muerte de su primer amor, por 'un mal espíritu', en el lecho; la muerte del emperador; la muerte de su primera mujer en el nacimiento de su hijo... Esto se interrumpirá levemente con su exilio y volverá a su muerte. Es un ciclo, como digo. Es el ciclo también de la vida... Las viejas generaciones, a veces con pequeñas rupturas de muertes prematuras, dejarán espacio a otras. Y se irá yendo el recuerdo de esas vidas...
Quizás, el 'príncipe resplandeciente' quede más en el recuerdo por su gran capacidad y su gran legado: su propio hijo Yugiri, gran cargo imperial; también su hija es la emperatriz y sus nietos son herederos al trono... Es curioso que Murasaki no dé ningún hijo a Genji, pero dejará un enorme legado en la hija de la dama de Akashi, criada por Murasaki, que a su vez lo fue por su propio marido...
Sobre la obra, su relato cortesano es muy evidente: los grados (de nobleza) y la exclusión de personajes de menor nivel, aunque a veces se incluyen nobles de bajo nivel..., es más que claro. La plebe aparece para interés narrativo y justificar ciertas ideas. Es despreciada, porque hasta el más bajo, es noble... Y aun así, dentro de la nobleza hay rangos. Quizás el incluir a cargos más regionales y por tanto más bajo se deba a la condición de la autora, y aun así es más que evidente su posición... Incluso encontramos referencias a la lectura y a la formación literaria en las mujeres: parece más elevada, por ejemplo, que en el caso de la Edad Media en las mujeres cristianas, por ejemplo. Por eso, da una idea de un Japón más cercano a un diletante Occidente moderno y cortesano, con mujeres instruidas y dedicadas a la lectura y a las artes. Es curioso teniendo en cuenta el grado de decadencia en el que sucumbe pronto el feudalismo japonés y su aislamiento, sólo roto y cambiado por influencia occidental... de una forma agresiva que conduce a una revolución con aires de añoranza al pasado grandioso imperial...
La novela, aunque ya haya escrito una buena (en cantidad) reflexión, se merece una crítica más completa (en calidad), porque es merecedora de ello. Merece la pena leerla, aunque con calma. También digo que no es pesada como obras clásicas que tenemos en mente: únicamente es muy repetitiva en sus temas cortesanos. Es obvio: -
"A este mundo que para mí, como para todos los demás, nada significaba hasta que me desprendí de él, ahora he vuelto a renunciar."
Esta especie de secuela parece una pálida imitación del original, sin los personajes carismáticos ni la complejidad psicológica ni los bellos poemas del primer volumen. De hecho hasta se duda de que lo escribiera la propia Murasaki Shikibu. Gana cuando se centra en esas mujeres que se recluyen para huir de la destrucción que provocan los hombres con sus juegos crueles. -
Así como en el primer tomo (Esplendor) me costó más de 300 páginas empezar a disfrutar de la novela, con esta ha sido desde la primera página que me he sentido atrapada, siendo en algunos aspectos muy diferentes de la historia de Genji; aquí él ya ha fallecido, y se centra la historia en su hijo Kaoru y su nieto, Nihou, y ambos personajes nos sirven para seguir demostrando la excepcionalidad de Genji, de manera que necesitamos -en esta segunda parte- a dos personajes para acercarnos algo al Príncipe resplandeciente
Nihou nos recuerda al joven, impetuoso, picaflor Genji, yendo de una mujer a otra -en términos actuales, que no deben aplicarse a una novela del siglo XI, lo consideraríamos un acosador, e incluso un agresor sexual-, apasionado, disfrutando de la belleza de las mujeres, egoísta, superficial y entregado al placer, pese a quien le pese.
Kaoru, por su parte, es más un remedo del Genji adulto, calmado, serio, reflexivo, respetuoso con las mujeres, dedicado a la oración y con intenciones de "retirarse del mundo" y vestir los hábitos. Algo más sieso y menos bon vivant que Genji, todo sea dicho
Y estos dos personajes, amigos a los que las circunstancias van separando, sirven de excusa para seguir hablando de las mujeres: de las princesas, las criadas, las monjas; las amantes y las esposas. Porque la Novela de Genji es, sobre todo, un catálogo de mujeres a las que los personajes masculinos cortejan o acosan o respetan o protegen o todo a la vez y al mismo tiempo. Para mi cualquier personaje femenino -desde Murasaki y la dama de Akashi, en la primera novela, a las hermanas hijas del príncipe de Hitachi centrales en esta segunda novela- es más interesante, tiene más profundidad, más matices que los personajes masculinos, más monolíticos en su perfección. Ya sea por su inteligencia, o su belleza, o su sensibilidad artística, ellos son más el estereotipo del héroe, casi inalcanzables, dignos de admiración, mientras que ellas tiene más matices, dudas, defectos. Ellas están vivas
Ha sido una lectura apasionante (que me he tomado con calma) con la que he disfrutado mucho. Y no pensé que llegaría a decir esto, pero la realidad es que mis mangas están mojadas por tener que despedirme de estos personajes que, a pesar de la distancia cultural, histórica, y de todo tipo, me han atrapado.
Los dos tomos de la novela suman 1600 páginas de alta literatura. Una lectura para no olvidar -
Estos 13 últimos capítulos del Genji Monogatari arrancan, de forma abrupta, bien pasada la muerte del protagonista, Genji. Una muerte que estaba "eclipsada", ya que del capítulo correspondiente, el 41, que recogería ese momento solo queda el nombre, "Desaparecido entra las nubes", quedando el capítulo en blanco, no se sabe si por censura oficial, si por pérdida o por explícita voluntad de su autora.
Aquí, en lo llamado el Uji Jûjô o también Kaoru Monogatari o Ufikune Monogatari, se sigue la historia del hijo pequeño de Genji (realmente, no su hijo biológico) Kaoru y de su nieto, el hijo de la Emperatriz, hija de Genji.
El personaje de Genji se desdobla entre el recatado Kaoru y el impetuoso y galante (hasta el acoso) Niou. Pero el tema del desdoblamiento va más allá. Así, en sus primeros capítulos asistimos a la historia de dos hermanas que se casan con suerte disímil, acabando reunidas de nuevo en la casa paterna. Son capítulos de transición, que se suponen espurios, y en el que el estilo se dispersa y cae tras la brutal altura de los 41 primeros capítulos.
Pero luego, se narra los amores, tan diferentes, de Karou y Nijou por las hijas de un Principe que se ha retirado de la vida de la corte y vive con sus dos bellas descendientes en el campo. Una doble historia de amor desgraciado, que continúa, tras la muerte de la hermana mayor, amada por el demasiado respetuoso Karou, en la de los amores de Karou por la hermanastra de ambas, Ufikune, una hija bastarda del Príncipe, y la desgraciada disputa por ella con Niou.
No sé hasta qué punto se puede afirmar que Murasaki es la autora de esta parte, una obra de por sí independiente, que tiene su propia autonomía, su propio estilo, y que parece un remedo, al principio un poco torpe, pero luego muy brillante y sugestivo, de la escritura de Shikibu.
Creo que nos encontramos con una obra muy posterior a la de los capítulos relacionados con Genji. Curiosamente, muy sospechosamente, esta parte me recuerda demasiado a la película de Hitchcock Vértigo, basada en De entre los muertos, de Boileau-Najerac. El tema de la mujer "muñeca", la mujer viva que se moldea según el recuerdo del amor muerto (sí, la misma idea de Vértigo), se amplifica no solo con la muerte de la segunda, sino con su duelo y su resurrección. La obra acaba de forma abrupta, en el momento en que el amante va a a recuperar a la segunda rescatada "de entre los muertos". Se sugiere con eso que la historia se detiene ante el inevitable suicidio de Ufikune, que crea un nuevo abismo narrativo. El texto al que se le da fin sin resolver sus expectativas, ante el abrumador reinicio de la pulsión.
Es otra obra, no es el Genji, pero esta cuestión del desdoblamiento y de la pugna del deseo contra la muerte le da mucho interés, independientemente del fulgor del grueso del Genji Monogatari. -
La novela de Genji (¿1012?), Murasaki Shikibu
No quiero cerrar el año sin antes escribir unas líneas sobre una de mis mejores lecturas de este año: “La novela de Genji” o “Genji Monogatari”.
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Ésta es la mayor obra literaria de la cultura japonesa y una de las primeras novelas en la historia. Pero es poco lo que sabemos de su autora: la dama Murasaki Shikibu (¿973-1014?). Este ni siquiera es su nombre, sino que —a la usanza de la época— refiere a su rango.
Nacida en una época en la que Japón se estaba aislando, aún era costumbre que sólo los hombres escribieran en chino para asuntos formales, pero ya dominaba el uso del kana en ambientes privados —expresando así sus emociones a través de la caligrafía y poemas. La formación de Murasaki no fue tradicional, aprendiendo a escribir y leer chino en casa de su padre.
Se casó tardíamente, donde tuvo acceso a leer algunos historias como “El cortador de bambú”. Tras enviudar, afectada, empezó su “Genji Monogatari”. Sus primeros capítulos, copiados y distribuidos por sus conocidos, le dieron una reputación que le valió ser llamada a la corte y donde siguió escribiendo.
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En esta obra monumental, de corte realista, Murasaki une las tradiciones china y japonesa con los diarios, la poesía y la prosa contemporánea.
La historia es la vida de un bell��simo príncipe —hijo de bajo rango del emperador (que lleva el título de “Genji”)— y sus descendientes. Gracias a la situación especial del protagonista, que le permite moverse tanto dentro como fuera de la corte, es que conocemos sus conquistas amorosas, su inteligencia y sensualidad; mientras, se nos retrata la vida en al corte de la época.
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La obra suele dividirse en tres partes: la mayor de todas es la vida del príncipe resplandeciente, para luego centrarse en su nieto (Niou) y la relación con una casta dama. Entre medio, unos pocos capítulos sirven de puente entre las historias (los que suelen considerarse apócrifos).
El famoso último capítulo es el único cuyo título no se refiere en la narración (lo que ha hecho pensar a algunos que está incompleto): “El puente flotante de los sueños”.
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Aunque nada obliga a hacer una lectura religiosa del texto, la segunda parte es extraordinaria en sus referencias a la convivencia entre budismo y shinto.
Con éstas, la novela puede leerse como la acumulación de karma de Genji y las consecuentes reencarnaciones de su alma. Quizás, y no sin ironía, identificamos el espíritu del protagonista en la casta dama —quien a través de su renuncia logra “llegar a la otra orilla”: al nirvana. Ella: considerada impura por la sociedad por su ser mujer, logra la perfección negada al príncipe resplandeciente. Y la novela cierra completa.
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A lo largo de sus más de 1.500 páginas, llenas de pequeños poemas exquisitos, se recogen también las costumbres de la época —lo que ha traído varías dificultades a los lectores. Por ejemplo: la novela prescinde de nombres propios, refiriéndose a los personajes por sus características y contextos.
Para facilitar nuestra lectura, este maravilloso libro nos ofrece una traducción indirecta desde la canónica edición inglesa de Arthur Waley —quien, por ejemplo, ha dado nombre a los personajes. El mismo texto nos lo ofrece editorial Austral.
Una aproximación más fiel optó Ediciones Atalanta, cuya traducción (también desde el inglés) se basó en la edición de Tyler —que me gustaría leer en una futura ocasión. -
Segundo tomo de la obra completa del Genji Monogatari. Catástrofe.
Si la primera parte de la novela nos presenta un marco resplandeciente, inundado de expresiones artísticas y recursos culturales refinados (Pese a la supuesta corrupción del mundo observada por los personajes), magnificado lo anterior con la caída y el resurgimiento de Genji, figura protagonista y símbolo por excelencia de su época, el segundo tomo, tomando como contrapunto al primero, se encuentra caracterizado por la progresiva decadencia y las muestras de patetismo que hacen huella en los personajes descendientes de los protagonistas que conocemos en el inicio de la historia. Una muestra de la corrupción del mundo, en clave budista, que se filtra cada vez más en las distintas facetas de la vida de las personalidades que habitan en el Genji Monogatari.
Catástrofe supone profundizar psicológica y religiosamente en un mundo que se encuentra marcado por su irremediable destino condenado a la descomposición. La historia, espectacular y maravillosa en un primer momento, decae progresivamente, posibilitando observar cambios acentuados que se formalizan a partir de la disminución de la presencia de elementos culturales chinos en la narración, la aparición continua de personajes vinculados a círculos fuera de la corte de Heian, que impregnan el relato con sus propias interpretaciones de los hechos y acontecimientos, permitiéndonos conocer perspectivas que ya no están sometidas exclusivamente a las necesidades cortesanas que se conocen en el primer tomo, el fallecimiento de Genji, que supone un hecho coyuntural en su historia familiar, debido al opacamiento que resulta en las figuras de Niou y Kaoru, al ser contrastados con el primero, entre otros.
Sin embargo, pese al marco decadente que se expone durante gran parte de esta fracción de la novela, este mismo contexto, paradójicamente al realzar la figura de Akifune y sus constante voto de renunciamiento al mundo, posibilita la manifestación de repensar las intenciones narrativas y contextuales al tomar razón de que que es una figura femenina quien, aparentemente, rompe el círculo del Samsara como supuesta reencarnación del príncipe resplandeciente, otorgando la oportunidad de reflexionar acerca de las consecuencias de este hecho, ya sea en virtud de la historia narrada, como así también para la autora misma, contextualizando a esta última en las costumbres culturales, sociales y religiosas circunscritas al periodo Heian del Japón del siglo XI.
Un libro inabarcable en simples palabras, que supone una experiencia inigualable abordarlo en su magnitud, debido a la cantidad de recursos narrativos, poéticos, religiosos y sociales con el que fue confeccionado. Una muestra de la agilidad, la precisión y la profundidad de la figura literaria de Murasaki Shikibu. -
Este segundo volumen del Genji Monogatari engloba de los capítulos 34 al 54. En él nos encontramos ante los últimos años de la vida de Genji para continuar la historia a través de su descendencia, convirtiéndose Kaoru y Niou en protagonistas.
Al igual que el primer volumen, este me ha cautivado por completo, pero de un modo distinto. En esta parte podemos ver como la pasión de los protagonistas y sus decisiones llenan de desgracia a las mujeres de Uji. Personalmente me ha fascinado por completo el triángulo amoroso final y la forma en la que Ukifune se revela contra lo que todos le quieren imponer para escoger su propio destino.
Durante los dos volúmenes de la obra, he disfrutado muchísimo de la forma de escribir de Murasaki, de su manera de crear a ese sinfín de personajes con tan diversas personalidades, de cómo crea los lazos y relaciones entre todos ellos y de la capacidad que tiene a la hora de ambientar las situaciones y transportarnos a ellas. -
Este segunda parte de la historia es más sencilla y fácil de leer y nos sigue adentrando en esa fascinante época y sus costumbres.
Personalmente me ha gustado más la primera parte porque el personaje de Genji es arrollador, único e inolvidable.
Esta excepcional obra se enriquece aún más con la edición tan cuidada de la Editorial Atalanta con numerosas notas al pie de página, sugerentes ilustraciones de objetos de la época, varios glosarios y mapas de los lugares mencionados en la obra. -
I read both volumes of The Tale of Genji, translated by Arthur Waley. Over all I liked the book. I had never read Japanese literature before. This is an 11th century book, began almost exactly 1000 years ago. The translation was beautifully written, though a review online said that it is the preliminary English translation and ones that came after were more complete. Murasaki was the daughter of a nobleman and was well educated for her time period. She wrote in her spare time and many think she would have kept writing indefinitely if she could. The book does seem to come to a sudden end, but one is still left with a sense of the story being wrapped up. Especially in the first half of the book there is some redundancy. Genji’s exploits with numerous women seem to drag on for a long time. But I am glad I stuck with the book because the story did start to develop. As time passes we recognize that for all of Genji’s infidelities, he does genuinely care for all of the women he has pursued and he provides for all of them. He is a sort of likeable scoundrel. Later on he has a grandson, Niou. Niou is also a womanizer but the effect is very different, he is the cause of a tragedy, which I will not spoil and it only makes one appreciate Genji. I found the second half of the book to be more interesting. Murasaki’s writing seems to be more precise, or at least the clarity of the translation improves. She wrote the book over many years so it is natural that as the book progresses her writing would too. There are several parts of this book that are extremely moving. One of my favorite aspects is that the Japanese talked in poetry. They begin and end their conversations with one line poems. It was hard to get used to but then it was delightful. I think Murasaki had more on her mind then just writing an entertaining story. As I mentioned before, there is a clear difference in representation between Niou and Genji. There is an early example of literary criticism in a beautiful passage about the purpose of storytelling and a novel. And I think Murasaki was bringing attention to the plight of being a woman in medieval Japan. A woman could only progress in status if she was beautiful. Her mind was left undeveloped accept in the area of music. Many of the women suffer at the hands of Genji and Niou with their sometimes heartless treatment of them. Jealousies abound, which the men criticize the women for. I think there is some obvious social commentary, but there is no proffered solution. It was an interesting read and I recommend it to the patient reader, it is well worth it.
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Muere Genji y hay un cambio drástico de tono. La historia se centra ahora en Niou y Kaoru, impertinentes hasta el hartazgo. Por su doble acción causan la desgracia de más de un personaje femenino. Ukifune, reencarnación de Genji, paga el karma acumulado por el príncipe resplandeciente. Estupenda narración y magistral caracterización de los personajes masculinos de la era Heian (no han cambiado mucho, me temo).
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En este segundo tomo me queda claro que la obra de Murasaki, además de estar inacabada, está incompleta. Por aquí y por allá faltan fragmentos en la historia que la autora no habría dejado de escribir, estoy segura. Al menos un capítulo, ESE capítulo. No puede ser que el personaje principal desaparezca por una esquina sin que nos percatemos hasta que ya estamos llorando por él.
Qué decir que no dijese en el comentario del tomo anterior... La traducción sigue haciendo que el texto sea accesible para cualquier lector al que no le den miedo estas otras 800 páginas. ¿Dije que faltaba un anexo sobre el calendario Heian? Pues está en este tomo, con alguno que otro más. Sigo pensando que deberían ser tres en lugar de dos, aunque de serlo, a saber si me habría leído el último tercio de la historia... (nunca sabría cuánto me habría arrepentido de no hacerlo)
La novela se vuelve extraña tras la muerte de Genji, con una serie de capítulos que no llegué a entender. Buceando en la red, leí que algunos expertos los consideran añadidos posteriores, y lo cierto es que eso me parecieron. Me costó continuar y engancharme a la historia de Niou y Kaoru, aunque acabé por disfrutarla. Me parecía como si Genji se hubiese dividido en dos personas, llevándose cada cual una parte de su personalidad; esperaba lo que sucede, que ambos acaben enfrentados.
Auténtica rabia cuando llegué al último capítulo, pensando que vería un final, y me encontré con que no lo hay. Porque podría habérselo dado perfectamente, con todo lo sucedido en estos capítulos, "Los libros de Uji". Curiosamente, en ellos tiene una importancia vital un río de montaña, el mismo lugar en donde yo estuve leyéndolos, lo que hico que ciertas escenas fuesen mágicas.
Recomiendo a quien lo empiece que, si se le hace cuesta arriba en la mitad, que se esfuerce un poco por llegar a Uji. Kaoru y Niou lo merecen. -
Para mí, leer La novela de Genji ha sido una experiencia hermosa. En sí, la novela es una joya. Esta segunda parte solo confirma lo que ya he dicho en la reseña de la primera.
No obstante, hay puntos que hay que resaltar. La madurez de Murasaki (personaje), el crecimiento y autoconocimiento de Genji, los tormentos de Kaoru, Niou y Ulufine, las dudas y tristezas de Yugiri y Kashiwagi, etc.
La narración es impecable. Pienso que es así por el uso que tiene el recurso de la narradora. Hay veces en que esa voz es tan natural que tiene que intervenir la narradora para que se sepa que existe. Por ejemplo, hay veces en que la narradora interrumpe la narración al decir “si recordase todos los poemas los transcribiría” o “Esta parte de la historia la escuché de...”.
La narración, como escribo, es impecable.
Lo mejor que tiene la novela son los personajes. Cada uno de ellos representa un aspecto humano genuino. El contexto descrito, la corte imperial, es un escenario preciso para las idas y venidas de tantos personajes.
Esta parte tiene como principal foco a la localidad de Uji. Esta parte de la novela, parece una novela dentro de una novela. Muchos piensa que es ajena a todo lo que es respecto a Genji. Sin embargo, al leer la novela, y pensando en la reencarnación del karma, estructuralmente y como temática, tiene un final de oro.
Seguirán en mí, el amor de Genji por Murasaki, la muerte de ella, las descripciones de las estaciones y la naturaleza, la precisión de los poemas junto a su cadencia y figuras, y un largo etc. La novela nace con Murasaki Shikubu y su Genji. Muchas veces olvidaba por el “canon occidental”.
Larga prosperidad a Genji y su autora. -
Esta segunda época não é tão culturalmente interessante quanto a primeira porque se afasta da corte e dos detalhes da sociedade japonesa que tornam o livro tão relevante, mas a história é muitíssimo mais apelativa (Uji é um lugar encantado e as suas histórias de amor estão à altura de um clássico) e as personagens mais simpáticas (e menos repetitivas) do que Genji.
O final é abrupto, como se faltassem capítulos, mas é aceitável e compreensível.
Em geral, um livro enorme em todos os sentidos. Não aconselho a todos os leitores (é longo, repetitivo, as personagens são quase todas difíceis de simpatizar), mas quem tem o bichinho da curiosidade (por ser fã da cultura japonesa ou um leitor que aprecie ter nas mãos um dos primeiros romances alguma vez escritos) será recompensando por um estudo da psicologia humana surpreendentemente moderno. -
Disfrute enormemente todo el relato. Hay muchos personajes y requiere de concentración para no revolverse. Hay un poco de todo: Historia, cultura, religión, arte. Lo recomiendo al 100%
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9/3/2021.
Lo entendí más que la parte 1. Hacia el final se vuelve bastante una telenovela. Antes de leer esta continuación, deben saber que esta inconclusa. -
Un libro largo y grande como una vida. Este segundo tomo narra acontecimientos menos complejos que los de su predecesor. Se parece más a una novela contemporánea o actual. Hasta me parece que (según comentarios leídos en la introducción del primer tomo) no hubiera sido escrito por la misma autora. Como si alguien quiso continuar su legado pero no alcanzó las cotas de lirismo y belleza ininteligibles del primer tomo. Aún así no deja de ser una gran lectura y un aprendizaje, en todo caso. Mi afán obsesivo me llevó a leer hasta los mapas y glosarios anexados al final de la narración. No sé si esto está bien o mal, pero lo hice. Y me siento completo.
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Tengo que leerlo en japonés. Por lo demás, es un libro delicioso, y me gustó incluso más que la primera parte (¡sacrilegio!). Me parece que la escritura es más desenfadada y el giro de los eventos realmente me tomó por sorpresa. Eso sí, no lo lean en versión electrónica (como yo). Definitivamente merece la pena leerse en papel, y releerse, y subrayarse, sin mencionar todo lo que se aprende de historia de Japón, de costumbres, de modos diferentes de ver la vida, etc. En verdad una joya.
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La primer parte es mejor, aún así es una premisa prometedora, el final inconcluso da paso a la interpretación de lo que pudo suceder después. Peor aún que ese "fin" sea el que realmente buscara la autora, sería cruel pero perfectamente trágico.
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Amazing novel, thank you, Becky.
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Bien hasta que acaba la historia de Genji, luego ya es un pegote que además parece que queda a medias.